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La destacada disidente cubana Marta Beatriz Roque, liberada tras una protesta pacífica

La opositora junto a otros seis personas se encontraba, en el momento de su detención, frente al Ministerio de Justicia para pedir mejores condiciones para los presos políticos cubanos

La disidente cubana Marta Beatriz Roque y otros seis opositores que la acompañaban en un acto de protesta frente al Ministerio de Justicia en La Habana fueron detenidos horas después de iniciar su protesta pacífica. Según explica Roque, ella y sus acompañantes fueron llevados a sus casas en un autobús.

"Fui empujada e insultada", ha declarado la líder de la ilegal Asamblea para Promover la Sociedad Civil desde su casa de la Habana. "No había necesidad de utilizar la violencia", concluye.

Roque y los seis opositores se encontraban en la puerta del Ministerio de Justicia para pedir a las autoridades una mejora de las condiciones de los prisioneros políticos.

"Queremos que los prisioneros políticos sean tratados con dignidad", aseguró la economista, que ha estado dos veces en prisión por criticar al partido cubano.

Al menos otros 12 detenidos, según los disidentes

Elizardo Sánchez, líder la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), ha asegurado que al menos otras 12 personas fueron detenidas antes de que pudieran unirse a la protesta encabezada por Roque.

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A su juicio, el objetivo de las detenciones habría sido minimizar la marcha convocada por Roque porque "no es lo mismo tener 200 personas frente al Ministerio que tener siete".

Marta Beatriz Roque también denunció el arresto de al menos veinte personas antes de la protesta. Entre ellos se encuentra el disidente Jorge Luis García Pérez, alias Antúnez, que salió de la cárcel el pasado abril tras cumplir una condena de 17 años por delitos políticos.

Elizardo Sánchez ha recordado que 250 cubanos están en la cárcel por razones políticas. Según el disidente, la mayoría de ellos carecen de celdas higiénicas, agua limpia, comida suficiente y atención médica.

Por su parte, el Gobierno cubano niega la existencia de presos políticos y no reconoce la existencia de disidentes. Considera a los opositores "mercenarios" a sueldo de los Estados Unidos.

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