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Scotland Yard acusa a Murdoch de mentir y obstruir sus investigaciones

El Parlamento vota hoy una moción para que el magnate retire su OPA por BSkyB

Día de acusaciones ayer contra News International, la empresa que agrupa los intereses mediáticos de Rupert Murdoch en Reino Unido. Scotland Yard acusó al grupo de mentir y de obstruir las investigaciones sobre las escuchas ilegales del News of the World. Y el ex primer ministro laborista Gordon Brown denunció las técnicas "asquerosas" de la prensa de Murdoch y reveló que él y su esposa Sarah lloraron de rabia al saber que el diario The Sun iba a publicar que su hijo pequeño padece fibrosis quística, a pesar de que ellos querían mantenerlo en privado.

En el plano político, Murdoch -australiano de nacimiento y nacionalizado estadounidense en 1985-, su hijo James y la consejera delegada de News International, Rebekah Brooks, han aceptado la "educada invitación" de la comisión de Cultura de los Comunes para que presten declaración el próximo martes, según afirmó ayer el presidente de ese comité. El pleno de los Comunes aprobará hoy con toda seguridad una moción presentada por los laboristas que ha obtenido el apoyo de los dos partidos que forman la coalición de Gobierno, conservadores y liberales-demócratas. El texto reza así: "La Cámara cree que es de interés público que Rupert Murdoch y News Internacional retiren su oferta por BSkyB".

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Las acciones de BSkyB, la plataforma de televisión vía satélite de la que Murdoch posee el 39% pero de la que quiere llegar a tener el 100%, cayeron un 2,5% al conocerse el acuerdo entre los tres grandes partidos, aunque luego se recuperaron. La moción, de todas formas, es meramente testimonial porque no tiene fuerza legal. Los diputados deberían aprobar una ley específica si quieren prohibir la operación, algo que en estos momentos parece muy poco probable.

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Pero el plato fuerte del día fue el escrutinio al que la comisión de Interior de los Comunes sometió a Scotland Yard por su papel en las investigaciones de las escuchas ilegales del News of the World. Y en opinión de algunos diputados, la policía metropolitana salió muy malparada del envite. El ex comisario jefe adjunto John Yates, que en 2009 decidió no reabrir las investigaciones a pesar de las nuevas acusaciones lanzadas entonces por el diario The Guardian, admitió que esa decisión fue un error y acusó al News of the World de no haber cooperado lo suficiente hasta enero pasado. Yates confirmó que tiene la certeza "al 99%" de que su móvil estuvo pinchado entre 2005 y 2006, pero negó que enterrara la investigación por miedo a que se pudieran hacer revelaciones sobre su vida privada, como afirmaba ayer The New York Times.

El entonces responsable de la lucha antiterrorista, Peter Clarke, fue más allá al afirmar: "Si News International hubiera ofrecido algún tipo de cooperación significativa en lugar de mentiras, hoy no estaríamos aquí". Y acusó a la empresa de Murdoch de utilizar a sus abogados para "obstruir" la investigación.

Otro alto cargo policial a quien se encargó la primera investigación sobre las escuchas, Andy Hayman, aseguró que se hizo "todo lo que podíamos hacer, dados los recursos y parámetros asignados". Según Hayman, el hecho de que News International le contratara luego como columnista en The Times no significa que el grupo le tuviera en el bolsillo.

Pero nada de todo eso explica por qué, como reconoció Yates, Scotland Yard decidió en tan solo ocho horas no proseguir con las investigaciones de las escuchas. O por qué tan solo contactaron con 170 de las casi 4.000 víctimas potenciales que aparecen en los documentos incautados en 2006 al investigador privado Glenn Mulcaire. Scotland Yard estuvo "poco convincente", según el presidente de la comisión de Interior, Keith Vaz. "Casi todo lo que hemos oído estas semanas ya estaba en los papeles que la policía tiene desde 2006. Si al menos hubieran decidido leerlos... Lo único que hemos aprendido hoy es que ni siquiera se molestaron en leer los papeles", se quejó el diputado laborista Chris Bryant, presunto espiado y martillo constante de News International.

Gordon Brown ha sido tradicionalmente más discreto sobre sus sentimientos hacia la prensa de Murdoch. Pero ayer no se anduvo con chiquitas al calificar de "asquerosos" los métodos por los que The Sunday Times buscaba información sobre él utilizando gente "que ahora sabemos que son criminales". Y reveló que su mujer y él se quedaron "increíblemente trastornados" cuando The Sun publicó detalles sobre la salud de su hijo Fraser, que ahora se sabe que probablemente fueron obtenidos de forma ilegal.

El ex primer ministro británico, Gordon Brown, con su esposa e hijos al dejar el cargo, en 2010.
El ex primer ministro británico, Gordon Brown, con su esposa e hijos al dejar el cargo, en 2010.BEN STANSALL (AFP)

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