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Blair ve en la formación del nuevo Gobierno en Irlanda del Norte "buenas lecciones" para otros conflictos

El primer ministro británico celebra que el protestante Paisley y el republicano McGuinness encabecen el Ejecutivo autónomo norirlandés

El reverendo unionista Ian Paisley y el ex comandante del IRA Martin McGuinness han puesto hoy el punto final a un conflicto que durante casi cuatro décadas causó más de 3.000 muertos en la isla de Irlanda. El líder del Partido Democrático Unionista (DUP) y el "número dos" del Sinn Fein, el brazo político del IRA, han aceptado encabezar un Gobierno autónomo norirlandés de poder compartido entre católicos y protestantes. Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, se ha congratulado por la formación del nuevo Ejecutivo y ha declarado: "Creo que aquí hay buenas lecciones para otros conflictos" en el mundo.

Al aceptar el puesto de ministro principal del nuevo Ejecutivo del Ulster, Paisley ha aceptado ante la Asamblea autónoma "los términos del juramento del cargo establecidos en la Sección 4 de la Ley de Irlanda del Norte de 1998". Su adjunto, McGuinness, ha pronunciado esas mismas palabras, primero en gaélico (lengua autóctona irlandesa) y después en inglés, bajo la atenta mirada de los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, Tony Blair y Bertie Ahern, los "padrinos" durante los últimos diez años de este largo proceso de paz.

Al término de la sobria y breve ceremonia de investidura llegó la hora de los discursos para la historia. Primero Paisley, flanqueado por Blair y Ahern a su izquierda y por McGuinnes a su derecha, se ha mostrado convencido de que "ha llegado la hora de la paz a Irlanda del Norte". "Ha llegado el momento en que el odio no nos va a gobernar. Será estupendo tomar parte de este maravilloso proceso de curación en esta provincia", ha dicho el reverendo, al tiempo que ha ofrecido sus propios consejos para culminar con éxito un proceso de resolución de conflictos.

"En la política, como en la vida -ha recordado-, es muy cierto que no siempre puedes conseguir el cien por cien de lo que deseas. Llega un momento en el que hay que conformarse con lo ganado y seguir hacia adelante". Para el reverendo, el reciente reconocimiento del Sinn Fein de la autoridad de la Policía (PSNI) y la Justicia norirlandesas ha sido el factor decisivo en su cambio de actitud hacia los republicanos.

Por su parte, McGuinness ha advertido de que la nueva relación con el DUP tendrá altibajos, pero ha recordado que el pueblo norirlandés dejó claro en las pasadas elecciones autonómicas que quiere "una nueva era de paz y reconciliación". El ex comandante del Ejército Republicano Irlandés (IRA) le ha deseado lo mejor al reverendo, con el que dijo estar compartiendo "los momentos más excitantes de su vida".

El papel de Blair

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A pocos días de que anuncie los detalles de su salida del poder, el primer ministro británico también ha aprovechado la magnitud del momento para hacer olvidar, aunque sólo sea temporalmente, el fiasco de Irak y otros asuntos domésticos que han minado su popularidad. "Irlanda del Norte era sinónimo de conflicto. Parecía que los problemas no eran fruto de una disputa sino de una forma de vida. Aquí hay una lección para cualquier lugar en conflicto. La principal lección es que hay que perseverar, no abandonar nunca, no creer que la gente quiere conflicto cuando en realidad quiere una oportunidad para vivir en paz", ha dicho Blair.

En su opinión, la clave para lograr un acuerdo entre dos bloques hasta hace poco irreconciliables pasa por sentar a las partes implicadas en una mesa de diálogo. "Primero, debes definir el marco político adecuado; segundo, debes asegurarte de que los agentes externos, en este caso los dos Gobiernos (británico e irlandés) y los Estados Unidos, trabajan en el mismo carril que los agentes internos que quieren la paz". "Pero lo más importante -ha resaltado el primer ministro-, es encontrar un escenario libre de conflicto en el que la gente se escuche la una a la otra, se hablen y después se entiendan".

El "premier" británico también ha destacado la labor de sus predecesores en el cargo durante el proceso de paz, así como la de su colega irlandés, Bertie Ahern, con quien ha compartido los esfuerzos negociadores en el Ulster desde la firma del acuerdo del Viernes Santo en abril de 1998. Pero sobre todo, ha alabado el liderazgo y constancia de Ian Paisley, Gerry Adams y Martin McGuinness al recordar que "había perdido la cuenta" de todas la veces que se le ha recordado que estos nunca compartirían el gobierno del Ulster. "Miramos atrás y vemos siglos marcados por el conflicto y el odio. Hoy, miramos hacia delante y vemos la oportunidad de escapar de las pesadas cadenas de la historia", ha concluido.

Optimismo internacional

La opinión generalizada es que este nuevo acuerdo es mucho más sólido y duradero que el que firmaran en 1999 los entonces mayoritarios y moderados Partido Unionista (UUP) de David Trimble y el Socialdemócrata y Laborista (SDLP) del nacionalista John Hume. Trimble cometió el error de incluir al Sinn Fein en su Gobierno cuando el IRA no se había aún desarmando definitivamente y el Sinn Fein rechazaba la autoridad de la Policía y la Justicia norirlandesas. Su Ejecutivo, por supuesto, se derrumbó cuatro años después.

El DUP, el principal partido de la región desde el 2003, se ha asegurado antes de dar cualquier paso que los republicanos cumplían, uno por uno, con todos los compromisos adquiridos en el acuerdo del Viernes Santo.

Vista del Castillo de Stormont, sede del Palamento norirlandés
Vista del Castillo de Stormont, sede del Palamento norirlandésAP
Martin McGuinnes, Tony Blair e Ian Paisley, en el centro, en el Castillo de Stormont.
Martin McGuinnes, Tony Blair e Ian Paisley, en el centro, en el Castillo de Stormont.REUTERS

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