Dos ataques terroristas matan a 18 policías y militares colombianos en 24 horas
Los contingentes realizaban misiones contra paramilitares y de control de erradicación de coca
Nueve militares que regresaban de cumplir una misión cerca de la población de Tulúa, en el departamento del Valle, al occidente de Colombia, murieron en la madrugada de ayer al ser emboscados. El ataque se produjo mediante una carga de explosivos que fue activada al paso del camión militar que transportaba a los soldados. La víspera, en Landazuri, en el departamento central de Santander, nueve policías, que controlaban la erradicación manual de cultivos de hoja de coca, murieron al ser activadas minas antipersona al paso de su vehículo.
Dos ataques terroristas matan a 18 policías y militares colombianos en 24 horas
Los contingentes realizaban misiones contra paramilitares y de control de erradicación de coca
En Tulúa, los soldados, además, fueron atacados con fuego de metralla. Otros 17 soldados resultaron heridos y fueron trasladados a Cali, capital del departamento y tercera ciudad del país.
El comando de fuerzas especiales realizaba desde hace 10 días operativos contra las Águilas Negras, uno de los nuevos grupos que se han formado tras la desmovilización de los paramilitares. El general Hernando Páez, comandante de la III División del Ejército, acusó sin embargo a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del atentado: "Por el sitio, por la forma de operar, creo que es una acción de las milicias de las FARC ", dijo. Agregó que históricamente éste es el grupo que suele operar en esa región central del departamento.
Según fuentes oficiales, 25 nuevas estructuras armadas se han formado en Colombia tras la desmovilización de más de 31.000 paramilitares al amparo de la Ley de Justicia y Paz, promulgada por el Gobierno de Álvaro Uribe. Las Águilas Negras es una de las más antiguas; surgió pocos meses después de que el Bloque Catatumbo, que operaba en el norte del país, entregara sus armas, en diciembre de 2004.
El grupo ha heredado el mismo esquema paramilitar: control territorial, amenazas y extorsiones a la población civil y vínculos con el narcotráfico. Se cree que está compuesto por más de 2.000 hombres que actúan en al menos cinco departamentos del país.
El ataque en Tulúa es el segundo revés que sufren las Fuerzas Armadas colombianas en 24 horas. El miércoles, en Landazuri, departamento de Santander, en el centro del país, nueve policías que controlaban una erradicación manual de cultivos de coca murieron al ser activadas minas antipersonales al paso de su vehículo. Es el cuarto ataque grave desde que el Gobierno inició su política de erradicación manual, en la que trabajan cientos de campesinos por un salario más alto que el mínimo que se paga en las faenas del campo.
