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Brasil prohíbe la venta de pasajes desde y hacia el aeropuerto de São Paulo para frenar el caos

El avión de São Paulo tocó pista a una velocidad adecuada

Las autoridades brasileñas han decidido prohibir la venta de billetes aéreos hacia y desde el aeropuerto paulistano de Congonhas, que una semana después del accidente está aún marcado por el caos y los atrasos. La prohibición se mantendrá hasta que se normalice el tráfico aéreo.

El Gobierno de Lula ha ofrecido aviones de la Fuerza Aérea para evacuar pasajeros. La idea es darle prioridad a los pasajeros que ya han comprado pasajes, según el presidente de la Anac, Milton Zuanazzi. La Agencia puede poner los aviones militares para atender los pasajeros que no lograron embarcar ayer y hoy, afirmó en una rueda de prensa.

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En el momento de tomar la decisión, alrededor de las 15.00 hora local (las siete de la tarde, hora española), 74 de los 144 vuelos que tenían previsto salir desde Congonhas habían sido cancelados y otros 15 partieron con retrasos superiores a una hora, según fuentes oficiales. Cientos de pasajeros esperaban en los pasillos del aeropuerto información sobre sus vuelos, en medio algunos brotes de violencia generados por personas que exigían explicaciones sobre las demoras y cancelaciones de vuelos.

La situación no era muy diferente en el resto de Brasil, y, según Infraero, empresa responsable del funcionamiento de los aeropuertos, a la misma hora habían sido cancelados 184 de los 1.074 vuelos previstos en todo el país. De esa cifra, 386 habían sufrido atrasos de más de una hora.

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Zuanazzi y toda la cúpula responsable de la aviación civil del país, así como el ministro de Defensa, Waldir Pires, está bajo el fuego cruzado de la oposición, la prensa y miles de pasajeros que los consideran responsables de una crisis aérea que lleva casi un año. El gobierno, a su vez, culpa a las aerolíneas por el caos que se ha instalado en los principales aeropuertos de Brasil. Desde hace una semana cientos de irritados pasajeros deben esperar horas y hasta noches en los pasillos de aeropuertos por vuelos atrasados varias horas o que acaban cancelados.

Sigue la investigación

La velocidad del avión de la aerolínea brasileña TAM que sufrió un accidente que le costó la vida a 200 personas era de 175 kilómetros por hora cuando chocó contra un galpón de la misma empresa, según ha afirmado el jefe del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa), brigadier Jorge Kersul Filho, lo que indica que el avión "tocó pista a la velocidad correcta". Y aunque no ha especificado a qué velocidad tocó la pista, ha afirmado que impactó contra el galpón a 175 kilómetros por hora.

También ha aclarado que el avión tocó suelo en el "lugar correcto", aunque ha apuntado a que el aparato "no desaceleró lo suficiente". Kersul Filho también ha aclarado que esa última observación aún no permitía determinar si la falta de desaceleración se produjo por defectos en la pista principal de Congonhas, o por un fallo en un sistema auxiliar de frenado que posee el Airbus A-320.

Kersul Filho también ha afirmado que solo se podrá llegar a conclusiones sobre las causas del accidente una vez que se conozca el contenido de las dos cajas negras del avión, que están siendo examinadas por expertos de la Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB, siglas en inglés) de Estados Unidos, en su sede de Washington. Esas informaciones serán entregadas a las autoridades brasileñas en los próximos días y permanecerán bajo el más estricto secreto judicial, al menos hasta que el Gobierno decida difundirlas.

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