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Evo Morales resiste la huelga de la oposición

El presidente de Bolivia supera un paro de 24 horas que sólo ha triunfado en algunas ciudades

El paro de 24 horas convocado ayer en Bolivia por entidades cívicas de seis de los nueve departamentos (provincias) del país fue calificado como parcial por el Gobierno del presidente Evo Morales. La jornada estuvo salpicada por ciertos brotes de violencia en las ciudades de Santa Cruz (oriente) y Cochabamba (centro), donde los promotores celebraron el "éxito" de la huelga.

Aunque en las principales ciudades el seguimiento de la huelga fue masivo, en la mayoría de las provincias convocadas al paro la gente acudió a sus trabajos. Los pobres, al margen de sus inclinaciones políticas, tenían una razón poderosa para no secundar la huelga: el que no trabaja no come.

El único lugar donde el paro fue absoluto fue Sucre, ciudad que exige el traslado de los poderes del Estado desde La Paz, y donde 638 personas permanecen en ayuno desde la semana pasada.

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La huelga, bajo el lema Defensa de la democracia, la libertad y el Estado de derecho, buscaba frenar el juicio político a cuatro magistrados del Tribunal Constitucional y exigir la ratificación de los dos tercios de votos para aprobar el nuevo texto constitucional en la Asamblea Constituyente, cuya entrega oficial se ha pospuesto hasta el próximo 14 de diciembre.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, recordó el lunes en La Paz la advertencia que hizo uno de sus ministros sobre la existencia de un movimiento contrarrevolucionario en el país, y advirtió de que asumirá medidas radicales contra aquellos representantes diplomáticos que financien protestas de la oposición. "Eso no es cooperación, es conspiración", dijo Morales.

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Los jóvenes de la derechista Unión Juvenil Cruceñista se enfrentaron en el departamento de Santa Cruz a comerciantes de los mercados y a grupos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, que intentaban romper la huelga y cumplir con sus actividades. El saldo fue de un herido tras ser arrollado por un vehículo y un número indeterminado de lesionados.

La huelga sirvió para reflejar también la presencia de sectores populares que defienden a toda costa el Gobierno de Morales. No obstante, el apoyo mayoritario al presidente ha bajado en algunos puntos en los últimos meses debido, sobre todo, al alza de precios de la cesta de la compra y a la creciente inflación que registra la economía que, sin embargo, pasa por un buen momento.

Policías bolivianos se enfrentan a los manifestantes en Cochabamba.
Policías bolivianos se enfrentan a los manifestantes en Cochabamba.EFE

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