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Calderón destituye a uno de los responsables de la lucha contra el 'narco'

El presidente de México no explica por qué prescinde del fiscal general del Estado, hasta hoy uno de sus baluartes en la lucha contra el crimen organizado

Felipe Calderón tomó este lunes una decisión trascendente, pero no explicó por qué. Hace tres años, cuando llegó a la presidencia de México, decidió que la lucha contra el narcotráfico sería el eje de su mandato, y encargó a dos hombres tan hercúlea misión. A uno, Genaro García Luna, lo puso al frente de la policía; y a otro, Eduardo Medina Mora, lo nombró procurador general de la República (fiscal general). Calderón decidió este lunes, por sorpresa, prescindir de Medina Mora.

El relevo del fiscal general (al que sustituirá Arturo Chávez y Chávez) se produce sólo cuatro días después de que Calderón anunciara, durante su tercer informe de Gobierno, una renovación profunda para cambiar México . Lo curioso es que esa esperada crisis de Gobierno quedó ayer reducida a la sustitución de tres personas: el citado fiscal general y los responsables de la secretaría de Agricultura y Pesca y de Pemex (la empresa estatal que gestiona los recursos petrolíferos de México).

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Pero no es el tamaño del cambio lo más sorprendente de la decisión de Calderón, sino la falta de una explicación del relevo de quien hasta ahora había sido uno de sus baluartes en la lucha contra el crimen organizado.

El poder del 'narco'

En una entrevista concedida el pasado noviembre a este periódico Medina Mora admitió que cuando el actual Gobierno llegó al poder se percató de que el poder del narcotráfico era tal que estaba llegando a tocar las puertas del Estado. "Estamos realizando una investigación muy profunda que ha llevado a mandos muy importantes de la fiscalía y también de la policía federal a la cárcel. Hemos visto la capacidad del narcotráfico para lograr información anticipada de operaciones que se iban a realizar", declaró en aquella entrevista.

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No obstante, la lucha contra el narcotráfico no está alcanzando unos resultados acordes con el esfuerzo que el Gobierno de Calderón ha desarrollado. Tal vez ésta fue una de las razones del progresivo distanciamiento personal y político que los dos encargados de la lucha contra el narcotráfico, Genaro García Luna y Medina Mora, venían sosteniendo en los últimos meses. De hecho, en los mentideros políticos del país se apostaba, y muy fuerte, sobre quién de los dos caería primero del Gobierno. Este lunes se supo que el hombre más débil era Medina Mora.

Felipe Calderón también anunció este lunes la destitución de Alberto Cárdenas al frente de la secretaría de agricultura por Francisco Javier Mayorga, y el cese de Jesús Reyes Heroles al frente de Pemex y el nombramiento de Juan José Suárez Copel.

El presidente de México, Felipe Calderón, (izquierda) y el ya ex fiscal general del Estado, Eduardo Medina, (derecha) en una foto de archivo de octubre de 2008.
El presidente de México, Felipe Calderón, (izquierda) y el ya ex fiscal general del Estado, Eduardo Medina, (derecha) en una foto de archivo de octubre de 2008.FRANCE PRESS

Nueva ola violencia en Ciudad Juárez

EFE| Ciudad Juárez

Cuatro personas han sido asesinadas a balazos este lunes en Ciudad Juárez, en el norte de México. Las víctimas, entre las que se encontraba un militar estadounidense retirado, fallecieron en un motel, mientras se encontraban bebiendo.

Horas antes, en la tarde del domingo (noche en España) un hombre perdió la vida en el transcurso de una persecución en la misma localidad mexicana, en la que otro resultó herido. Los atacantes se dieron a la fuga.

También en Ciudad Juárez, en la colonia Melchor Ocampo, otra persona fue asesinada y otras cinco resultaron heridas cuando un grupo de hombres armados irrumpió en una fiesta privada en un domicilio y abrió fuego indiscriminadamente.

Con una población de 1,5 millones de habitantes, Ciudad Juárez, considerada la urbe más violenta de México, acaparó el año pasado 1.600 de los 6.000 asesinatos vinculados al narcotráfico registrados en todo el país.

Según recuentos extraoficiales de la prensa, a estas alturas del año la cifra se aproxima a los 1.500 asesinatos, pese al despliegue en la zona de más de 8.000 soldados y policías federales para combatir a los carteles de droga y otras mafias criminales.

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