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El futuro de Europa

La nueva cúpula al frente de la UE debilita las instituciones europeas

Alemania y Francia se aseguran el control de las carteras más importantes - La próxima Comisión estará dominada por conservadores y liberales

Andreu Missé

Alemania y Francia se perfilan como los principales beneficiarios de los bajos perfiles de los nuevos dirigentes de la Unión. En realidad, las negociaciones para el nombramiento del presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy y la alta representante, la británica, Catherine Ashton, han estado fuertemente condicionadas por el reparto de las carteras de la futura Comisión, que es donde se ha librado la verdadera pugna de intereses nacionales. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se han asegurado el mantenimiento de carteras importantes en la futura Comisión, al garantizarse que ni Van Rompuy ni Ashton supondrían ningún tipo de sombra para sus respectivos liderazgos. El resultado ha sido un nuevo debilitamiento de las instituciones europeas.

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La propia Merkel reconoció ayer que la decisión que guió ambos nombramientos fue la de evitar la polémica admitiendo que "el logro del consenso ha tenido un gran valor". La canciller pidió que se diera una "oportunidad" a los nuevos mandatarios. Por su parte, Berlín, que ha propuesto como comisario a Günther Oettinger, actual primer ministro de Baden-Württemberg, aspira a conservar su cartera de Industria u otra de poder económico similar.

Mientras Sarkozy se frota las manos por la satisfacción de haber obtenido la garantía del presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, de asegurarse una de las carteras más relevantes. "Francia tendrá un comisario europeo con responsabilidades importantes", ha señalado el presidente francés. "Este comisario será Michel Barnier", apostilló. Fuentes diplomáticas francesas apuntan que podría hacerse con la cartera de Mercado Interior.

Aunque el primer ministro, Gordon Brown, aseguró que el nombramiento de Ashton significaba mantener a Reino Unido en el corazón de Europa, en la City de Londres las críticas no se han hecho esperar por la pérdida de una cartera económica.

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Mientras, España confía en que el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, mantenga esta cartera u otras con más influencia.

El copresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo, Daniel Cohn-Bendit, es quien ha expresado con mayor crudeza su decepción por los nombramientos. Tras calificar de "insulso" a Van Rompuy e "insignificante" a Ashton, el antiguo líder del mayo del 68 considera que con estos nombramientos Europa "ha tocado fondo".

Sin embargo, desde la perspectiva de la política real, la reacción no ha sido tan negativa. El primer ministro chino, Wen Jiabao, expresó "sus calurosas felicitaciones" a los nuevos dirigentes europeos porque supondrán el inicio de "una nueva etapa importante para la construcción europea". Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se mostró convencido de que el nombramiento de presidente de la UE supondrá una continuación "del camino de la asociación estratégica con Rusia".

Tras los nombramientos de Van Rompuy y Ashton la atención política en Bruselas se centra ahora en la formación de la nueva Comisión. Barroso ultima las gestiones para completar el colegio de comisarios para que esté listo a "primeros de diciembre". La misma fuente indica que en la nueva Comisión "los liberales constituirán el segundo grupo más numeroso por delante de los socialistas con el propósito de lograr un mayor equilibrio en las instituciones comunitarias". De esta forma la segunda Comisión de Barroso estará dominada por el centro-derecha que integran el Partido Popular Europeo (PPE) y los liberales.

Los liberales contarán en total con siete u ocho comisarios frente a unos seis socialistas, a pesar de que estos últimos son la segunda fuerza política de la UE. En el Parlamento Europeo, el PPE cuenta con 265 eurodiputados; los socialistas y socialdemócratas, con 184, y los liberales, sólo con 84. Los conservadores ostentan tres de los cuatro puestos importantes: Barroso (Comisión), Van Rompuy (Consejo Europeo) y Jerzy Buzek (Eurocámara). Y los socialistas sólo han logrado colocar a la laborista Asthon como jefa de la diplomacia europea.

Sólo tres países están pendientes de designar a su comisario: Dinamarca, Holanda y Malta. Al final, Barroso está a punto de conseguir que un tercio de los miembros de su equipo sean mujeres, como exigían las eurodiputadas. De momento cuentan con Ashton, Viviane Reding (Luxemburgo), Rumiana Jeleva (Bulgaria), Androulla Vassilliou (Chipre), Maria Damanaki (Grecia), Cecilia Malmström (Suecia) y Máire Georghegan-Quinn (Irlanda). Todavía es posible que Neelie Kroes siga en la nueva Comisión y que alguno de los dos países que aún no han decidido envíen a una mujer.

El ya ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy, abandona el palacio de Laeken, tras entrevistarse ayer con el rey Alberto II.
El ya ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy, abandona el palacio de Laeken, tras entrevistarse ayer con el rey Alberto II.REUTERS

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