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Evo Morales quiere procesar a tres ex presidentes

La oposición acusa al Gobierno boliviano de lanzar una cacería contra sus rivales

Formalmente se llama Ley de Juicios de Responsabilidades, pero ya se la conoce como ley guillotina. La pretensión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de acelerar el procesamiento de varios ex mandatarios acusados de "lesionar los intereses del Estado" ha desatado las alarmas de la oposición, que considera que el proyecto que tramita el Legislativo viola todas las garantías y tiene como objetivo decapitar a los rivales del actual mandatario. En una iniciativa inédita, tres ex presidentes y un ex vicepresidente, todos en el punto de mira del Gobierno, denunciaron el jueves "la arbitrariedad" del proyecto, que en su opinión lamina el Estado de derecho, y anunciaron que se defenderán en todas las instancias.

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En un comunicado conjunto, los ex presidentes Jorge Quiroga (2001-2002), Carlos Mesa (2003-2005) y Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006) y el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997) denuncian que el proyecto de ley permite la aplicación retroactiva de delitos y penas de reciente tipificación y no prevé ningún recurso contra una sentencia condenatoria.

Recuerdan, además, que "en ninguna fase del proceso" fueron escuchados por la fiscalía. Y destacan, sobre todo, la ausencia de jueces imparciales: el proyecto de ley reconoce como "tribunal de enjuiciamiento" al actual Tribunal Supremo, integrado por varios magistrados designados por el propio Evo Morales. Es decir, que fue Morales, siendo diputado, quien presentó las demandas en la fiscalía, y es ahora Morales, como presidente, el que ha nombrado a los jueces que deberían llevar los casos.

Los cuatro ex mandatarios ejercieron sus funciones en unos años tumultuosos, marcados por continuas movilizaciones -encabezadas por el entonces dirigente cocalero Evo Morales- contra la apertura económica y el libre comercio. Quiroga y Mesa están acusados de violar la ley por suscribir contratos petroleros con compañías multinacionales. Similares cargos pesan sobre Víctor Hugo Cárdenas, que fue vicepresidente con Gonzalo Sánchez de Lozada, bajo cuyo mandato se privatizaron las principales empresas públicas bolivianas. Y Rodríguez Veltzé enfrenta la acusación de "sometimiento a dominio extranjero" por autorizar la destrucción, por parte de Estados Unidos, de 41 misiles del Ejército boliviano.

El Gobierno interpretó ayer la denuncia de los cuatro ex mandatarios como "un anticipo de su culpabilidad" y los acusó de "querer volver a la palestra política". Más allá de sus casos concretos, los ex presidentes alertan sobre el desmantelamiento de la justicia. Para Quiroga, el Ejecutivo ha trazado una "agenda de destrucción completa" de quienes ocuparon "puestos públicos en el Estado llamado colonial". Cárdenas habló de "linchamiento". Mesa acusó a Morales de organizar una "tramoya para judicializar la política", y llamó a la "valentía frente al autoritarismo". "El Gobierno", añadió, "pretende amedrentar al conjunto de la ciudadanía". La Ley sobre Juicios de Responsabilidades ha suscitado la preocupación de varios países europeos.

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Opositores acorralados

Al menos 60 dirigentes de la oposición han sido acusados de diferentes delitos desde la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, en 2006. Varios de ellos han huido del país, al considerar que no había garantías.

Por eso, cuando el pasado febrero la Asamblea Legislativa Plurinacional —controlada por el oficialista Movimiento Al Socialismo— otorgó a Morales la postestad de nombrar magistrados en las principales instancias judiciales, la oposición, cada vez más acorralada, vio en la medida el inicio de una caza de brujas.

El presidente designó a 18 de los 26 magistrados del Supremo, el Constitucional y el Consejo de la Judicatura. Se trata de nombramientos provisionales, hasta que el voto popular elija a los nuevos jueces en diciembre. Pero el Gobierno está dispuesto a aprovechar bien esa interinidad acelerando los procesos contra los ex mandatarios. Eso pretende la ley que tramita la Asamblea.

Varios analistas creen que Morales, siguiendo las pautas de su mentor, el venezolano Hugo Chávez, va en camino de dinamitar la separación de poderes.

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