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La enfermedad del rey saudí Abdalá abre la lucha dinástica

El príncipe Sultán vuelve a Riad para evitar el vacío de poder

El rey Abdalá de Arabia Saudí viajó a EE UU el lunes para recibir tratamiento médico tras padecer un coágulo de sangre que agravó otras dolencias. Sin tiempo que perder, su hermano, el príncipe heredero Sultán, retornó inmediatamente desde Marruecos a su país para asumir el poder en el primer productor mundial de petróleo. Riad pretende demostrar a Estados Unidos y a sus aliados que no habrá vacío de poder, pero permanece la incógnita de si será un conservador o un reformista quien se haga con las riendas del reino en el futuro cercano.

Se ignora cuándo regresará a Arabia Saudí Abdalá, que tiene 86 años. Lo que sí aseguran fuentes diplomáticas es que Sultán, ministro de Defensa y también octogenario, sufre asimismo graves problemas de salud. Los analistas indican que el príncipe Nayef -de 76 años, ministro del Interior desde 1975 y designado por el rey segundo viceprimer ministro en 2009- garantiza la continuidad del liderazgo y cuenta con serias opciones de convertirse en rey.

Diplomáticos en Riad afirman que los Gobiernos occidentales no esconden su preocupación por el porvenir de las incipientes y tibias reformas impulsadas por el rey Abdalá en materia judicial, educativa y económica si se produce el ascenso al trono de Nayef, quien es visto como un tradicionalista en materia religiosa y social muy cercano a los clérigos más radicales.

El rey Abdalá, que se hizo con el poder en 2005, es el sexto rey de un país fundado en 1932 y que es crucial para la estabilidad en Oriente Próximo, clave en la lucha contra el terrorismo de corte islamista, además de disponer de enormes reservas de dólares.

Los príncipes situados en lo más alto de la jerarquía de esta monarquía absoluta han alcanzado ya los 70 u 80 años de edad, una constante en esta gerontocracia que amenaza con perpetuarse.Mientras los medios de comunicación oficiales difunden una imagen de unidad de la familia Al Saud, las tensiones persisten entre los principales aspirantes a convertirse en monarca.

El rey Abdalá (izquierda), con algunos de sus consejeros.
El rey Abdalá (izquierda), con algunos de sus consejeros.AP
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