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El gigante energético ruso se expande por Irán y el Magreb

Angela Merkel busca en Argel reducir la dependencia alemana de Gazprom

Todos a la conquista energética del norte de África. El gigante gasístico ruso Gazprom ha dado varios pasos en los últimos días para reforzar su implantación en aquella región, sobre todo en Libia.

Curiosamente, en esa zona, concretamente en Argelia, la canciller de Alemania, Angela Merkel, concluyó ayer una visita. Su objetivo era sondear a sus interlocutores sobre la posibilidad de alcanzar acuerdos energéticos para recortar la dependencia alemana de Gazprom. Esta empresa suministra a Alemania el 40% del gas que consume.

Alexei Miller, presidente de Gazprom, viajó la semana pasada a Trípoli para ofrecer "comprar en el futuro a precios competitivos todos los volúmenes disponibles de gas natural, gas licuado (GLN) y petróleo que Libia destina a la exportación". Un portavoz de Gazprom vaticinó que antes de fin de año se firmarían los primeros acuerdos con el régimen de Muammar el Gaddafi.

Aunque es poco probable que Libia acepte poner en manos de esta sociedad toda su producción, el incremento de su presencia en el país magrebí -ya explota cuatro bloques de petróleo- es importante porque es el que posee en África las mayores reservas de oro negro y las cuartas de gas. Gazprom está además controlada por el Kremlin y apoya sus designios en política exterior.

La sociedad ya intentó hace dos años colocar sus tentáculos en el Magreb. Concluyó un memorando de colaboración con la Sonatrach argelina, la mayor empresa energética africana, pero éste expiró hace un año sin haber dado resultados.

La firma de aquel acuerdo causó honda preocupación en Europa, cuyos dirigentes temían que surgiera una "pinza energética" que diera al traste con el sueño de países como Alemania de poder diversificar sus fuentes de abastecimiento.

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La multinacional rusa no se ha dado aún del todo por vencida. El mes pasado inauguró en Argel su primera delegación en África. Alexánder Medvédev, su vicepresidente, reiteró en un discurso su intención de llevar a cabo proyectos en común con Sonatrach.

Gazprom se dispone también a aprovechar el hueco que están dejando en Irán empresas como la francesa Total, y antes Repsol, por temor a las sanciones de EE UU. Alexei Miller concluyó el domingo en Teherán un acuerdo marco con el Ministerio de Petróleo.

Merkel no ha cerrado, en cambio, ningún contrato durante su estancia en Argel, pero sí ha comprobado, según una fuente diplomática, la buena disposición argelina para vender GLN a Alemania.

Berlín tiene además con Argelia otro proyecto energético que raya en la ciencia-ficción. Consiste en instalar placas solares en 20.000 hectáreas del desierto para producir 6.000 megavatios que serían transportados mediante un cable de alta tensión desde Adrar hasta Aquisgrán.

La canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, en Argel.
La canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, en Argel.REUTERS

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