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Reportaje:Inseguridad en el tráfico marítimo

Los piratas multiplican los ataques

Secuestrado en el golfo de Adén un buque cargado de trigo con destino a Irán - Atraca en las costas de Somalia el superpetrolero saudí apresado el domingo

Ángeles Espinosa

Los piratas que asolan las costas del noroeste del océano Índico dieron ayer una nueva muestra de fuerza al secuestrar un barco chino cargado con 36.000 toneladas de trigo que se dirigía a Irán y asaltar un petrolero de bandera británica. Este segundo ataque fue repelido por una fragata del Ejército alemán en aguas del golfo de Adén, no muy lejos de donde fue apresado el carguero.

La actividad de los piratas coincidió con el atraque en las costas de Somalia del superpetrolero Sirius Star, secuestrado el pasado domingo, según la empresa consignataria, Vela International. "Estamos esperando que los piratas que controlan el navío vuelvan a ponerse en contacto", asegura en un comunicado.

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El príncipe Saud al Faisal, ministro de Exteriores de Arabia Saudí -cuya compañía nacional de petróleo es la propietaria de Vela y de los dos millones de barriles de petróleo que transporta el barco- comparó el secuestro con el terrorismo. Pero ni la OTAN ni EE UU, que tienen patrullas marítimas en la zona, parecen dispuestos a intervenir.

"Nuestra prioridad absoluta es garantizar la seguridad de la tripulación", declaró el presidente y director de Vela International, Salah B. Kaaki, en el comunicado. La empresa propietaria del Sirius Star entendía que sus 25 tripulantes se encontraban sanos y salvos. De ellos, 19 son filipinos, dos británicos, dos polacos, uno croata y otro saudí. Aunque la compañía no lo dice de forma explícita en el texto, se presume que ya ha iniciado negociaciones para rescatar el barco a cambio de dinero.

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No hay otra alternativa. La OTAN dijo ayer que no va a desviar ninguno de los cuatro barcos de guerra que tiene destinados en el golfo de Adén. "Su mandato no es liberar navíos ya secuestrados y sus tripulaciones, sino disuadir a los piratas", explicó el portavoz, James Appathurai, en Bruselas. Pero el Sirius Star fue abordado muy lejos de la zona en la que patrullan los aliados y los otros países involucrados en la operación internacional para proteger una de las rutas marítimas más transitadas. Tampoco la V Flota estadounidense tenía previsto interceptar al petrolero.

"Podemos confirmar que el barco está anclado frente a Haradheere, en la costa somalí", informó el teniente Nathan Christensen, portavoz de la V Flota. Christensen aseguró que estaban observando la situación de cerca, pero que no preveía el despacho de ninguna patrulla a esa zona. Poco antes, la comandante Jane Campbell declaró a la BBC que EE UU había advertido a las compañías marítimas de que sus fuerzas no pueden cubrir toda la región, casi dos millones de kilómetros cuadrados de mar.

"Por ese motivo, les hemos animado a que tomen medidas de autoprotección", dijo. No está claro si el Sirius Star llevaba o no un equipo de seguridad a bordo. El teléfono de la compañía, que tiene base en Dubai, se mantuvo ayer inoperativo.

"La piratería, como el terrorismo, es una enfermedad que nos afecta a todos y todos debemos combatirla juntos", manifestó por su parte el ministro saudí de Exteriores durante una visita a Atenas. El príncipe Faisal aseguró que su país va a dar todo su apoyo a la iniciativa europea para aumentar la seguridad en las rutas marítimas frente a las costas de África oriental.

El pago de un rescate viene siendo la salida habitual a este tipo de incidentes, cuya frecuencia ha aumentado considerablemente en el último año. Amparados por el caos que reina en Somalia, numerosos milicianos se han dedicado al bandolerismo tanto en tierra firme como en las costas. En lo que va de año, los piratas somalíes han atacado a 92 navíos y logrado secuestrar 36, de los que aún mantienen 14 en su poder, con 268 rehenes, según datos de la Oficina Marítima Internacional (OMI).

"Los piratas consiguen información de antemano y sus barcos están dirigidos por marinos expertos", explica a EL PAÍS Moein Mokhtar, ex capitán de la Marina Mercante egipcia que ha vivido varios incidentes en esas aguas y en la actualidad trabaja como consultor naval en Abu Dabi. "Los barcos con los que asaltan no son tan pequeños como se dice, a veces son dhows [embarcaciones de vela árabes de bajo calado] de carga reformados en astilleros clandestinos y equipados con potentes motores Rolls-Royce que les permiten llegar hasta los 25 nudos, una velocidad suficiente para dar alcance a cualquier mercante".

Mokhtar recuerda que años atrás conseguían ahuyentarles con cañones de agua a presión y bengalas. "Ahora disponen de armas sofisticadas, lo que hace muy difícil repeler sus ataques", concluye. De acuerdo con la información recopilada por la OMI, los piratas tienen lanzagranadas, ametralladoras pesadas y sistemas de comunicaciones por satélite y GPS. Además, no operan desde tierra sino que utilizan naves nodrizas, desde las que lanzan sus ataques. En el caso del Sirius Star, se cree que actuaron desde un remolcador nigeriano secuestrado con anterioridad.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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