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Un testigo niega la venta irregular de Papel Prensa

Kirchner acusa a 'Clarín' y 'La Nación' de comprar la papelera con presiones

La denuncia de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, contra los dos principales periódicos de su país, Clarín y La Nación, sobre la supuesta apropiación ilegal que hicieron ambos diarios de Papel Prensa, única fabricante local de ese producto, durante la última dictadura militar (1976-83), quedó en entredicho ayer, un día después de ser formulada, por boca de un testigo directo del caso. Isidoro Graiver, hermano del antiguo dueño de Papel Prensa, David Graiver, difundió una carta en varios periódicos argentinos en la que afirmaba que esa empresa fue vendida en noviembre de 1976 a La Nación, Clarín y La Razón (que en la actualidad pertenece al grupo Clarín), antes de que entre marzo y abril de 1977 él, toda su familia y ejecutivos del grupo Graiver fueran secuestrados por el régimen. "Realizamos la venta de bienes de nuestros activos en las mejores condiciones que pudimos obtener, sin amenazas ni extorsiones, y en libertad", declaró Isidoro Graiver.

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La peronista Fernández presentó la noche del martes un informe de 26.000 hojas en el que denunciaba que los actuales propietarios privados de Papel Prensa (Clarín tiene el 49% y La Nación, 22%, frente al 27% del Estado) habían comprado esa empresa entre secuestros y presiones de los militares. Se basó en recientes testimonios de la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, y el testaferro de este banquero, Rafael Ianover. Frente a semejante denuncia, la presidenta envió ayer mismo el informe a un juez y remitió un proyecto de ley al Congreso, donde el kirchnerismo es minoría, para que el papel de periódicos (que también se importa) sea declarado de interés público, de modo de que el Estado lo regule y la única fabricante tenga que cobrar el mismo precio a los 170 periódicos a los que abastece. La mayoría de la oposición repudió la presentación de la presidenta, pero el Partido Socialista apoyó las dos medidas.

Algunos miembros del Gobierno intentaron desprestigiar a Isidoro Graiver, que además escribió ante notario una carta a su sobrina María Sol, la hija de David, sobre la venta de Papel Prensa. El jefe del Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, dijo que Isidoro estaba "disgustado" porque su hermano David había designado mano derecha a otro empleado. El ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, dijo que los dos hermanos habían separado sus bienes e Isidoro no tenía que ver con Papel Prensa.

David Graiver, acusado de ser el banquero de la guerrilla peronista de los Montoneros, murió en un accidente de avión en agosto de 1976. Según la carta de Isidoro Graiver, su familia recibió entonces una reclamación de los montoneros por 17 millones de dólares que les habían prestado. También contó que Papel Prensa pertenecía a Ianover, a una sociedad del Grupo Graiver y a los sucesores de David Graiver (la heredera era su hija de un año, que estaba bajo tutela de su madre, Lidia).

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En la carta a su sobrina, Isidoro afirma: "Me han causado sorpresa los dichos que se han hecho públicos de tu madre, ya que no se ajustan a la realidad. Las negociaciones las llevé adelante yo". Añade que los tres periódicos se hicieron con las acciones de Ianover y de la sociedad del Grupo Graiver, pero no con las de la sucesión de David Graiver, porque el juez a cargo de la herencia se demoró en autorizar la venta y entonces Clarín, La Nación y La Razón desistieron de ella en diciembre de 1977. "Esas acciones fueron ilegítimamente apropiadas por el Estado", declaró Isidoro Graiver, en contradicción con lo que la presidenta de Argentina dijo el martes.

Tras el discurso de Fernández, Clarín y La Nación difundieron un comunicado que decía: "El abuso manifiesto del Estado para perseguir injustamente a medios y directivos de empresas periodísticas es una clara muestra de autoritarismo y una amenaza a la libertad de expresión y el resto de las libertades individuales". Los Kirchner y Clarín, el mayor grupo de medios de Argentina, se habían llevado muy bien entre 2003 y 2007, pero a partir de la crisis agraria de 2008 se convirtieron en enemigos acérrimos.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, señala los documentos del informe sobre Papel Prensa.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, señala los documentos del informe sobre Papel Prensa.REUTERS

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