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Reportaje:

Alta gastronomía a pie de calle

Madrid Fusión organiza rutas para descubrir los encantos culinarios de la ciudad - La cumbre internacional se despliega por primera vez en el asfalto

Rosa Rivas

"¡Mmm! Voy a estar en Madrid sólo una semana y me gustaría estar un mes", exclama Michelle Rowe, redactora de The Weekend Australian Travel, mientras saborea un salmorejo y escanea con mirada curiosa los azulejos y la barra de la taberna La Ardosa. Junto a ella, media docena de periodistas gastronómicos de Japón, Estados Unidos, Singapur, Rusia y Austria que, recién aterrizados en la ciudad, prueban una "gastrorruta por lugares del centro madrileño con atractivo culinario". Los exploradores conocen el terreno de la alta cocina. Abren mucho ojos y boca cuando hablan de su admiración por "el mejor cocinero del mundo", pero también cuando prueban las tapitas caseras y de fusión con las que se esmeran los locales anfitriones.

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"Qué buena idea, esto de mostrar que se puede comer bien en todos los sitios, no sólo en los restaurantes famosos", dice Joycelline Tully, de la revista de Singapur Escape and Business Times, mientras recoge folletos de los bares centenarios de Madrid y hace malabarismos con la Blackberry y la cámara, de las notas a las imágenes. Lo mismo hacen sus colegas, con electrónica o libretas, interesados por nombres, conceptos y artesanías de lo sólido y lo líquido. "¿El salmorejo es un gazpacho cremoso?". "¿En Madrid se bebe más vino o cerveza?". "¿Se come mucha tortilla de patatas?". Y disfrutan como niños en el recreo cuando el panadero de Viena La Crème, Paco Fernández (quinta generación en el oficio), les explica los secretos de la masa. Para sorpresa y complicidad de los periodistas nipones, Koji, el pastelero que trabaja en el obrador, explica los panes que sus paisanos están empezando a adorar.

Este recorrido de quienes luego contarán sus "experiencias sabrosas españolas" a los lectores de sus países incluye los bares de tapas más emblemáticos del centro, restaurantes con carisma, panaderías, tiendas de especias, de productos ecológicos, de vinos... El paseo con catas dura unas tres horas y cuesta 30 euros. Pero está pensado para que los madrileños, estables y de paso, se introduzcan en el valor de lo que ofrece su ciudad. Para las rutas de hoy, el sábado y el domingo (a las doce de la mañana) está apuntada gente del barrio, de distintas edades, hombres y mujeres, aunque la media de la curiosidad gourmet parece estar entre los 30 y los 45 años, dicen los responsables de la gastrolibrería A Punto (www.apuntolibreria.com), en Pelayo, 60.

Y es que Madrid Fusión sale este año a la calle. La octava edición de la gran cumbre gas-tronómica, que arranca hoy en el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones, extiende sus actividades al ámbito urbano. Mientras despliegan sus novedades y tendencias creativas en el escenario Ferran Adrià, Arzak, Roca, Aduriz y Acosta -entre otras figuras del nutrido panorama de la vanguardia espa-ñola- , los ciudadanos y los numerosos visitantes nacionales y extranjeros (hay cientos de periodistas acreditados) siguen las pistas que ofrece Madrid. La ciudad de los 15.000 bares está llena de pistas con sabor.

Y de eso se ocupa el Gastrofestival que estrena Madrid Fusión, que engloba catas y experiencias sensoriales en mercados, restaurantes, tiendas de menaje y centros culturales (hasta hay un concurso de fotografía con la cámara rudimentaria-chic Lomo). Comenzó ayer y culminará el domingo 31 de enero. Durará más, por tanto, que los tres intensos días para profesionales de MF.

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Las gastrorrutas también se adentrarán por los caminos de la cultura (la gastronomía lo es, "yes, indeed", dicen los anglosajones). Para los amigos de los museos y del comer, otra pista: los cuadros de explosión vegetal de Arcimboldo, las obras frutales de Zurbarán, la última cena de Tintoretto, teatro para despertar el paladar infantil... En el Thyssen, la Academia de Bellas Artes de San Fernando o el escenario Fernán-Gómez de la plaza de Colón, quienes quieran pueden comer con los ojos.

Una periodista japonesa retrata un vaso de cerveza en la taberna La Ardosa.
Una periodista japonesa retrata un vaso de cerveza en la taberna La Ardosa.CLAUDIO ÁLVAREZ

Bocados urbanos

- Tapas a tres euros y comidas con estrellas. Las mejores barras de la capital ofrecerán un pincho más cerveza por tres euros; y lo harán más de 60 locales (consultar lista completa en www.esmadrid.com/gastrofestival). También habrá cenas y comidas en restaurantes prestigiosos y con estrella con precios especiales de 25, 40 y 75 euros. Cocineros madrileños serán anfitriones de colegas extranjeros.

- Mordiscos de cultura. Museo, librerías y galerías de arte ofrecerán visitas guiadas para saborear obras estéticas y hallar simbologías culinarias.

- Tiendas con descuento. Unas 40 tiendas de menaje y delicatessen, más algunas escuelas de cocina, ofrecerán descuentos.

- En el ciberespacio. El gran escaparate

de la cumbre gastronómica Madrid Fusión (www.madridfusion.net) tiene este año una ventana en YouTube, donde el público podrá espiar las novedades que los chefs y los profesionales presentan.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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