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Reportaje:Nace un espacio escénico

Bolas de 'foie' almendrado para un estreno "mundial"

El ágape tras la inauguración costó 126.000 euros

"No sé de dónde saca esa cifra". El número dos del Ejecutivo regional y presidente del Canal de Isabel II, Ignacio González, restaba anoche importancia al coste de la inauguración de los teatros, 1,2 millones de euros. El dato, facilitado ayer por este periódico, incluía, amén del montaje, el copetín posterior y el recuerdo de regalo, entre otras cosas.

González restaba importancia al gasto con un argumento: "Tenemos un estreno mundial de unos de nuestros principales artistas y lo pueden ver todos los madrileños". Cuando se le recordaba que la entrada era por rigurosa invitación (la sala estaba configurada con 850 butacas y al menos medio centenar quedaron vacías), añadía: "Vamos a intentar que lo puedan ver todos los madrileños". No precisó cuándo, ni cómo, ni dónde. Pero no dejó de sonreír.

En la puerta les aguardaban las azafatas con bolsas de regalo

A, el espectáculo musical de Nacho Cano sobre el agua, se prolongó durante una hora escasa. El cierre, la canción Siete de septiembre de Mecano, ofrecida a guisa de cumpleaños feliz a una empresa pública que sopla 150 velas al borde de la privatización, no encontró quién la coreara. Y eso pese a que el artista incitó a ello. El "viaje para los sentidos" que se había ofrecido al presentar el espectáculo resultó para muchos de vía estrecha. Los aplausos fueron corteses, fríos y tirando a escasos pese a los esfuerzos de la clac de los asientos laterales.

Pero quedaban los canapés. Las azafatas -vestido negro, lazo dorado y tacón alto- se encargaron de orientar a los asistentes hacia la planta baja y el recinto exterior donde se había instalado una carpa. Allí les aguardaban los camareros de traje negro y tres jamones de pata negra estratégicamente ubicados. Los cortadores no pararon un instante. Tampoco los camareros que, bandeja en mano, ofrecían bombón de foie almendrado, mediasnoches de carpaccio, tartaletas de brandada de bacalao, redondo de brie con membrillo o pinchos de atún rojo marinado en soja. Para beber, de todo, incluido cava catalán del Penedès. Un copetín de 126.000 euros en el que brillaron por su ausencia los principales responsables regionales. Aguirre se marchó nada más terminar la obra, al igual que otros altos cargos de su Gobierno y el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

En la puerta les aguardaban las azafatas, provistas de "bolsas de regalo personalizadas", según el presupuesto. Este capítulo disponía de 57.000 euros. Pero finalmente el recuerdo no pudo ser más somero: un folleto y un pisapapeles del Canal de Isabel II.

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