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La Comunidad arremete contra el archivo de la denuncia de Metro

El fiscal no ve delito en el insulto de un sindicalista a Aguirre

El 30 de junio, uno de los cabecillas de la huelga de Metro, Vicente Rodríguez, llamó "indecentes" a los políticos por quererles "sisar" y culminó la frase con un "si tenemos que entrar a matar entraremos a matar". En una asamblea de trabajadores colgaba un cartel alusivo a la reducción prevista del 5% en sus nóminas: "Esperanzita [sic], como me quites el 5, por el culo te la hinco".

Ambas son frases de mal gusto, insultos incluso, pero no constituyen delitos de amenazas o injurias, según señala el fiscal provincial de Madrid, Eduardo Esteban, que ha archivado la denuncia presentada por la Comunidad por estas expresiones. La decisión de Esteban no ha gustado al Gobierno regional, que ayer arremetió contra el archivo.

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El vicepresidente, Ignacio González, señaló que "muy probablemente" presentarán un escrito de queja al fiscal general del Estado. El número dos de Aguirre comparó los insultos en Metro con la agresión sufrida la semana pasada por el consejero de Cultura y Turismo de Murcia, Pedro Alberto Cruz, que consideró fruto de la "conflictividad sindical" en la zona. González considera "barbaridades" los argumentos esgrimidos por el fiscal en su escrito, remitido el pasado 14 de enero. El decreto señala que la persona a la que van dirigidas las frases (la presidenta Aguirre) ejerce una función pública que la obliga "a soportar un cierto riesgo de que sus derechos subjetivos de la personalidad resulten afectados por opiniones o informaciones".

Para que exista delito de amenazas, prosigue, "el anuncio del mal ha de ser serio, real y perseverante", y no considera que las expresiones en "el contexto de un conflicto sindical" revelen que la intención del cabecilla sindical "es ocasionar un mal físico -matar- a la presidenta". Tampoco cree que exista delito de injurias, al considerar que las frases no lesionaron la dignidad de la presidenta ni menoscabaron su fama, porque se producen durante una huelga de trabajadores, circunstancias de las que "los ciudadanos son conscientes", según Esteban.

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