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El belfo, Lorca y el tablao

Dos bailaoras combinan la fiesta flamenca con versos del poeta en el Café de Chinitas

Ana Alfageme

"No quise tocar la orilla mojada, su belfo caliente...", recitaba la bailaora a Lorca. "Olé ese belfo", gritó el guitarrista, enardecido. Y ella, al oír tal palabra -que describe un labio inferior voluminoso, como el de los caballos o el de alguna famosa siliconada- a punto estuvo de abandonar su paso y echarse a reír a cuenta del estrambótico piropo. Cosas como ésta le pasan algunas noches a Raquel Terrados y a Helena Llauradó, dos veteranas de los tablaos que desde principios de enero, representan su espectáculo Siempre Lorca en el Café de Chinitas. Y en esa hora larga hay baile, mucho baile y, en forma de coplas y versos, el espíritu de Lorca.Esto último es lo que más despista a los cantaores, guitarristas y palmeros que les acompañan, hasta el punto de soltarle un olé al famoso belfo con toda la buena intención. "Lo que hacemos ha extrañado a los flamencos", dice Helena.

Siempre Lorca se inicia con la nana de Bodas de sangre, y con Helena, la morena, una catalana de 33 años, recitando con maneras de actriz. Es la más interesada en el aspecto teatral del baile. La rubia, Raquel, de 39 años, es una madrileña de ojos verdes más clásica en su interpretación, como ella misma se encarga de recalcar. "Helena es más moderna, nos complementamos muy bien". De la vertiente teatral se encarga la morena; del cuidadísimo vestuario, inspirado en grabados y fotografías antiguos, es responsable la rubia, quien, además, cose los trajes. De la coreografía se han responsabilizado las dos.

Los zapatos de ambas han recorrido toda Latinoamérica y pasado temporadas en Japón. A Helena se le ha podido ver en El amor brujo, de Carlos Saura, o en Yo tengo un tío en América, con Els Joglars. Raquel ha estado con María Rosa, ha sido pareja de Rafael de Córdova y ha tenido su propio grupo. Siempre Lorca vino de la mano de Raquel, cuando en un viaje a Londres, un guitarrista, Esteban Antonio, le propuso participar en un espectáculo sobre Lorca para un prestigioso teatro de la capital. "Él estaba entusiasmado, me contagió sus ganas de hacer algo y pensé en llevar la idea a un tablao".

La primera parte tiene su intríngulis, porque el zapateado de la seguiriya y el verso se realizan en un mismo compás. Elena y Raquel empiezan ya sudando la gota gorda. Luego viene una soleá y luego la soleá pasa a ser soleá por bulerías y se recita con sentimiento y se baila sin descanso, y más tarde llegan los tangos, las bulerías y el delirio con la tarara y el Anda jaleo.

Siempre Lorca, hoy, último día, en el Café de Chinitas, a las 23.30. (Torija, 7, metro Santo Domingo) Reservas en el 91 559 51 35. Día 5 de febrero, en Casa Patas, Cañizares, 10.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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