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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lleno completo en la despedida del Ocho y Medio

El local será un almacén de Inditex tras 54 años como sala de fiestas

Los madrileños rindieron homenaje ayer al Ocho y Medio con un lleno completo en la despedida de este pionero club que desde hace 11 años ocupa las instalaciones de la sala Flamingo para sus sesiones semanales de pop. La Casa Azul, Hidrogenesse o Cycle fueron algunos de los ocho grupos invitados a la fiesta que dijo adiós al club, al menos en su actual ubicación en la sala Flamingo (Me-sonero Romanos, 13), junto a la Gran Vía.

Después de 54 años ininterrumpidos como sala de fiestas, la Flamingo se convertirá en un almacén del imperio Inditex. Belén Chanes, una de las responsables del Ocho y Medio, explicó que, aunque los propietarios del local habían negociado otros 10 años de alquiler con los gestores del club, a la hora de firmar se echaron atrás a favor de un acuerdo con la cadena de Amancio Ortega. "Fuimos a juicio, pero como no había nada firmado lo perdimos", señala Chanes. El sábado pasado la empresa gestora publicó un comunicado en el que anunciaba el cierre: "Ha sido un año de complicada y, finalmente, infructuosa lucha para evitar que una vez más un espacio para la música en directo, el ocio, la alegría, (...) acabe en manos de una cadena textil".

El primer concierto de Lady Gaga en España fue en este club

Los inicios del local como bar de copas se remontan a 1957, cuando Eusebio de las Heras abrió la Flamingo en el centro de la capital, relata su hijo Alberto. "En aquella época había pocas salas de fiestas", y repasa en voz alta: "El Florida Park [que hoy continúa abierto en el Retiro] el Micheleta, el Pavillón y alguno más".

Desde su apertura contó con clientes de la alta sociedad "como el sah de Persia, el rey Hussein de Jordania o años más tarde Carmen Martínez Bordiú", asegura De las Heras, que destaca que a veces "se juntaban 80 títulos nobiliarios en una sola noche". En la década de los setenta acogió un cabaré literario que sirvió de escenario para cómicos como Moncho Borrajo o Gila.

Una vez entrados en los noventa la sala Flamingo ha albergado variopintos clubes. El local, siempre con el mismo, cambiaba de denominación según el tipo de música y el día de la semana. Así, la Flamingo fue el Dark Hole para los góticos, o desde hace tres semanas el Araña, para los amantes de la música electrónica industrial.

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El líder de Aviador Dro, Servando Carballar, reconoce que el Ocho y Medio ha sido un referente de la música pop y un lugar en el que se aglutinaba "la escena efervescente" de Madrid.

Luis Calvo (DJ Polar), que inauguró la cabina del club, reivindica el papel que ha jugado en el panorama musical. "Ha dado dado cabida a muchos grupos que empezaban y ha hecho una labor muy importante por difundir otro tipo de música", insiste. El primer concierto que Lady Gaga ofreció en España fue en el Ocho y Medio en 2009, lo que demuestra la capacidad de visión de la propuesta de Belén Chanes, Luis García Morais y David Pardo.

La despedida de ayer no fue un adiós triste. Los responsables del club ya están buscando una nueva ubicación. Los éxitos que durante 10 años han hecho bailar a miles de madrileños volverán a sonar. Pero no en la Flamingo.

Imagen de archivo de una de las sesiones del Ocho y Medio desde la cabina.
Imagen de archivo de una de las sesiones del Ocho y Medio desde la cabina.

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