El PP fuerza a la Asamblea a denunciar la bronca del pleno

El PP, con su mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, forzó ayer en la Junta de Portavoces a la presidencia de la Cámara a presentar una denuncia ante los tribunales por los altercados que se produjeron el jueves durante el pleno. Allí se concentró un millar de trabajadores de Iveco-Pegaso, Arcelor y BP Solar, las dos primeras pendientes de expedientes de regulación de empleo, que increparon a los diputados y lanzaron piedras y tornillos al edificio.

Esta decisión, que pretende que los jueces investiguen si se incumplieron los artículos 494 y 497 del Código Penal (la prohibición de manifestarse ante un Parlamento mientras está reunido y la de que los parlamentarios perturben las sesiones) puede llevar a que sean imputados los trabajadores concentrados e incluso algunos diputados. La presidencia de la Cámara, a través de una portavoz, explicó que también estudiará si sanciona al socialista José Quintana, al que expulsó del pleno "por insultar a la presidenta", Elvira Rodríguez. Que la decisión de esta denuncia se tomó fuera de la Cámara lo indica el hecho de que fue revelada a los medios por el vicepresidente, Ignacio González, mucho antes de que la Junta de Portavoces hubiera finalizado.

A la salida de la reunión, no hubo acuerdo entre la oposición y el PP ni sobre lo ocurrido en ella. Mientras las portavoces del PSM, Maru Menéndez, y de IU, Inés Sabanés, explicaron que habían recibido "amenazas" de denuncias a sus diputados, el portavoz popular, David Pérez, dijo que se había dicho a sus adversarios que habían propiciado "alteraciones del orden gravísimas y sin precedentes".

"Es una estrategia del PP para ocultar que en esta Cámara hay tres diputados imputados por gravísimos delitos", zanjó Menéndez. "Por encima de todo deberíamos haber hablado de la dramática situación de los trabajadores", dijo Sabanés.