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Entrevista:

"Las madrileñas son las mujeres más 'sexys' del mundo"

El dibujante Georges Rémi, más conocido por Hergé, ideó para Tintín una existencia de lápiz y papel condenada a la inocencia eterna. Frederic Tuten (Nueva York, 1936) ha escogido el Machu Pichu para enseñarle al niño lo que es la vida. Emulando a Colón, Tintín en el nuevo mundo -título del libro, cuya portada ha dibujado especialmente Roy Litchenstein, amigo personal del escritor- descubre que su cuerpo, de cintura para abajo, no sirve sólo para dar zancadas. Mezclado con los personajes de La montaña mágica, loco de pasión, Tintín se enamora hasta el tupé, pierde la virginidad, cierta cursilería y hasta el tufo reaccionario de su ideología. Se afeita, se inicia en la psicodelia natural ingiriendo hongos alucinógenos y experimenta la locura de los celos. Si Hergé levantara la cabeza, no habría lugar para la réplica. Amigo de Tuten, y enterado del proyecto, en 1972 autorizó la emancipación de su niñito, dando su bendición a la metamorfosis. Frederic Tuten visitó Madrid para presentar el libro, y, con la misma amabilidad que saboreó las etílicas mezclas de Chicote, prohibió fumar en su pequeña habitación de hotel.Pregunta. ¿Su Tintín tampoco fuma?

Respuesta. No, ni fuma ni bebe. El Tintín de Hergé tenía una sola dimensión, ahora es una persona, en el pleno sentido de la palabra.

P. ¿Le ha pervertido?

R. ¡No!, pero quizá debía haberlo hecho. Sólo le he dado una vida sexual normal, con emociones y romanticismo. Antes era un buen niño y ahora es un buen hombre.

P. ¿Ha variado su ideología política, para muchos conservadora?

R. El Tintín de Hergé era un reportero, un joven detective, no un gobernante. Yo le he querido explicar lo que es el comunismo, el fascismo, la lucha de clases y hasta el psicoanálisis. Cosas del mundo moderno.

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P. Ha manipulado, en el buen sentido, la personalidad de un personaje. ¿Se siente un poco Dios?

R. Estoy seguro que a Hergé le encantaría este Tintín y aprobaría su relación amorosa con Clawdia. No hay por qué escandalizarse. Toda la literatura occidental se ha basado en rehacer y manipular mitos griegos y romanos. Nadie ha puesto el grito en el cielo porque Orfeo haya sido llevado al cine, por ejemplo.

P. Antes de Tintín, usted escribió sobre Mao, ¿cual será su próximo personaje?

R. En mi nueva novela, Vincent van Gogh se enamora locamente de una fotógrafa toxicómana, prostituta y bisexual.

P. ¿A Tintín le gustaría Madrid?

R. Seguro que sí. A mí, al menos, me encanta. Aquí me siento espiritualmente seguro, me gusta el olor de las calles, la luz y la altura de los edificios. Me encuentro con gente especial y me pasan cosas que nunca me suceden en otras ciudades. Quiero volver y quedarme un tiempo. Seguro que Tintín diría, ¡Caramba! Además ¿Puedo añadir algo más sobre Madrid?

P. Por supuesto, diga lo que quiera.

R. Las madrileñas son las mujeres más sexys del mundo, su elegancia es natural. Las mujeres par¡sienses, por ejemplo, se arreglan demasiado, resultan pretenciosas, parecen ¡conos. Ja, ja. Por cierto, espero que las francesas nunca lean esto.

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