_
_
_
_
_
Los escándalos que afectan al PP

La comisión sobre los espías estrena presidenta pero sigue bloqueada

PSOE e IU ruegan a Posada que fuerce al PP a dar inicio a las comparecencias

La comisión de investigación sobre el espionaje político en la Comunidad tiene desde ayer nueva presidenta -la veterana diputada del PP Rosa Posada sustituye al dimitido Benjamín Martín Vasco-, pero por lo demás sigue en el mismo sitio: en dique seco. El grupo popular aún no ha entregado su solicitud de comparecientes, y eso mantiene bloqueado el inicio de las sesiones. Lo único que PSOE e IU han podido hacer por ahora es reclamar la documentación sobre el caso; y, de la que han pedido, más de la mitad ha sido rechazada por el PP, que tiene mayoría absoluta en la Asamblea. En cuanto a los presuntos implicados en el caso, mientras el PP no presente su lista de comparecientes parece imposible empezar a llamar a nadie.

La comisión se constituyó el 6 de febrero y ese mismo día fue elegido su presidente, el popular Benjamín Martín Vasco, que a los cinco minutos ya estaba enfrentado a las portavoces de la oposición, la socialista Maru Menéndez e Inés Sabanés, de IU. Pocos días después Martín Vasco fue relacionado con la trama de corrupción que investiga Baltasar Garzón -una de las empresarias imputadas afirmaba en una grabación que el diputado cobró a cambio de ocultar adjudicaciones irregulares en Arganda- y el pasado jueves Martín Vasco dimitió con el argumento de que es inocente y quiere querellarse contra quienes le acusan. No dejó su acta de diputado, pero sí la comisión de investigación sobre los espías.

Rosa Posada, de 69 años y toda una vida en política -fue, entre otras cosas, jefa de Gabinete de Adolfo Suárez y la primera mujer portavoz del Gobierno-, es una figura muy respetada en la Asamblea. Ayer, Menéndez y Sabanés le rogaron -ése fue el verbo- que haga un gesto para demostrar que representa "una nueva etapa", pero salieron "decepcionadas" porque Posada no les garantizó que la semana próxima la comisión pueda echar a rodar por fin. "No se ajusta a la verdad que esta comisión no esté funcionando", dijo la nueva presidenta. Los plazos, opinó, "se están llevando a cabo de forma normalizada y rigurosa", porque aunque no haya comparecientes sí se podrá empezar a analizar en breve la (escasa) documentación concedida.

"Esperábamos de ella otro talante", protestó Menéndez a la salida de la comisión. "A día 20 de febrero no sabemos en qué momento va a aparecer el primer compareciente, y teóricamente la comisión termina el 31 de marzo", subrayó. Sabanés acusó al PP de poner al Parlamento "al servicio de Esperanza Aguirre" y someterlo a un "sistemático blindaje". El portavoz popular, David Pérez, se defendió atacando: "Es la oposición la que está dificultando los trabajos", dijo.

Una veterana entre Suárez, Gallardón y Aguirre

Abrazada a su carpeta roja de documentos, Rosa Posada Chapado (Madrid, 1940) salió con gesto tranquilo de la comisión y fue rodeada por los periodistas. "Usted que ha asumido responsabilidades tan diferentes, ¿cómo cree que será ésta?", le preguntaron. Ella respondió encogiéndose de hombros: "Será diferente. Los tiempos cambian". Sin más. Porque la presidencia de la comisión de investigación en un momento tan delicado para el PP podría ser la oportunidad de despuntar y darse a conocer para cualquier otro político, pero parece sólo un reto más para una mujer que ha entregado su vida a la política.

Abogada de formación, integró primero los grupos de oposición democristianos, perteneció al Partido de Izquierda Democrática y en 1978 ingresó en UCD. Adolfo Suárez la nombró jefa de gabinete, y en 1980 se convirtió en portavoz del Gobierno: la primera mujer en el Consejo de Ministros desde los tiempos de Federica Montseny. Cesó el 27 de febrero de 1981, a petición propia, para dedicarse a la abogacía.

Pero pronto regresó a la política. En 1983 fue la candidata del CDS a la alcaldía de Madrid, y en las elecciones generales de 1986 ocupó el puesto 22 en la lista por Madrid, pero no obtuvo escaño. Diputada regional en 1987, fue elegida presidenta de la Asamblea; de nuevo, la primera mujer en presidir una Cámara legislativa en España, cargo que ocupó hasta mayo de 1991.

En 1992 se dio de baja en el CDS y dos años más tarde se incorporaba al PP. Concurrió como número dos de Alberto Ruiz-Gallardón en las autonómicas de 1995, y tras su victoria asumió la Consejería de Sanidad. Ha sido diputada regional desde entonces -primero con Gallardón, luego con Esperanza Aguirre-, además de senadora. Está divorciada del socialista Leopoldo Torres, con el que tuvo cuatro hijos.

Ayer quiso reforzar el perfil institucional de su nuevo cargo: "A partir de este momento, serán los portavoces de la comisión los que hagan las valoraciones".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_