El consejo escolar de un instituto dimite al no poder expedientar a un alumno agresivo

El consejo escolar del instituto Juan de Mairena, en San Sebastián de los Reyes (formado por padres, profesores, personal no docente y alumnos), dimitió el pasado noviembre porque la Consejería de Educación paralizó la apertura de un expediente a un alumno que insultó a una profesora y agredió al marido de ésta fuera del centro educativo.

Tres meses después, "la dimisión sigue firme, pero no ha sido admitida por la directora", explican desde el consejo. Sus miembros aseguran que no entienden por qué la consejería no les deja aplicar la normativa sobre convivencia, que establece: "Se podrán corregir los actos de alumnos que, realizados fuera del recinto escolar, tengan su origen o estén directamente relacionados con la actividad escolar y afecten a los miembros de la comunidad educativa".

Educación no ve la situación del mismo modo. Un informe firmado por tres inspectores y el director de área recuerda que los hechos ocurrieron fuera del ámbito y del horario escolar y que en el grupo que participó en la pelea había jóvenes que no pertenecían al instituto.

El alumno problemático fue enviado por sus padres a otro centro próximo, pero mantiene sus antiguos amigos. "El otro día volvió con una cuerda y entre varios ataron a un niño a un árbol", denuncian desde el consejo.Según el informe de la Consejería de Educación, una de las profesoras de inglés del instituto estaba el pasado 17 de octubre en un bar de San Sebastián de los Reyes con su marido cuando se encontró con un grupo de chavales, entre los que estaba, al menos, un alumno del centro.

El grupo de menores insultó a la profesora porque el estudiante del instituto les animó: "Eh!, ahí está la (....)". El marido salió en su defensa y hubo un altercado y zarandeos mutuos. Los dueños del bar tuvieron que llamar a la Policía Municipal y al final terminaron todos en la comisaría que comparten Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.

"No consta que el citado alumno hubiera agredido al marido de la profesora, aunque sí que fue el que identificó a la misma y les dijo a sus amigos el mote insultante con que es conocida la citada profesora", asegura el informe.

Éstos fueron los hechos. Y a partir de ahí empieza la polémica entre el instituto y la Consejería de Educación. El primero considera que tiene potestad para actuar sobre lo ocurrido. La consejería cree que no. El claustro de profesores, los padres y el Consejo Escolar determinaron que lo mejor era abrir un expediente al alumno, que tiene 14 años. Para ello, consideraron que podían aplicar el artículo 14 de las normas de convivencia (decreto 136/ 2002), que permite sancionar a un alumno por un hecho ocurrido fuera del instituto, pero relacionado con la actividad escolar. Un expediente implica que un instructor (un profesor elegido por sorteo y que no tenga ninguna vinculación con el alumno) investiga lo ocurrido durante un tiempo y propone la aplicación, o no, de sanciones.

Pero la dirección del Área Territorial Norte paralizó el expediente al considerar, entre otras cosas, que los hechos ocurrieron fuera del ámbito y el horario escolar.

Pero, según la versión de la consejería, la dirección del centro hizo caso omiso a las indicaciones de sus superiores. El chaval fue sancionado con 10 días de expulsión a pesar de las advertencias a la dirección del centro para que paralizase el expediente, según el informe.

Desde el instituto consideran, en cambio, que los días que el joven pasó fuera del centro fueron parte de "una medida preventiva" y que en todo momento no han recibido el apoyo ni del Área Territorial ni de la viceconsejería de Educación.

El padre del menor incluso interpuso denuncia contra el centro porque pasados 10 días el niño no pudo tampoco regresar al mismo. "La Comisión de Convivencia [formada por padres y profesores] en ningún momento dio audiencia al alumno ni a sus padres, lo que supone una clara indefensión del alumno", reza el informe. El documento también añade que el menor había escrito una carta donde pedía perdón y que la directora "nunca presentó la misma a la Comisión de Convivencia".

El Consejo Escolar pide ahora que alguien le diga qué tienen que hacer cuando los incidentes ocurren fuera del centro educativo.

"Desde el primer momento la Consejería de Educación ha actuado con urgencia en este asunto. El caso, que ocurrió el pasado noviembre, era con un alumno y ya ha sido resuelto. Si ha habido más agresiones o problemas no nos consta. Si los hay, nos gustaría conocerlos", apuntó ayer la viceconsejera de Educación, Carmen González. Ésta ha convocado a los implicados a una próxima reunión.

"El problema tan grave con este chico ha sido puntual, pero ahora no sabemos qué hacer cuando pasa algo fuera del centro", explica Susana Morales, profesora, secretaria del instituto y miembro del Consejo Escolar. Y es que algunos alumnos organizan peleas fuera del instituto porque saben que allí ya no se les puede aplicar la normativa, explica Morales. "Las amenazas del alumno ya expulsado y de su cuadrilla también han llegado a uno de los alumnos que forma parte del Consejo Escolar", añade Caridad Siles, miembro de la Asociación de Padres y del consejo.

Menores 'malotes'

Algunos estudiantes del instituto Juan de Mairena señalaron ayer que "algunos malotes" les tienen amedrentados. "Y encima, algunos son los más pequeños, de 12 y 13 años, que no levantan ni un palmo del suelo", se quejaron dos chicas.

Pablo Toledo, miembro de CC OO y presidente de la Junta de Personal Docente de la Comunidad, calificó ayer lo ocurrido en San Sebastián de los Reyes como un "asunto delicado". "Para resolver los incidentes que ocurren fuera del instituto, pero que implican a la comunidad educativa, tiene que haber colaboración por parte de todos", dijo.

"La Consejería de Educación tiene que devolver la confianza al Consejo Escolar, proteger y respaldar a los profesores, que están desprotegidos y son víctimas a veces de este tipo de situaciones con los alumnos", concluyó Toledo.