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Un hombre muere en el Parque Warner tras sufrir un accidente en una atracción

La hermana del fallecido asegura que la sujeción de seguridad del columpio no funcionó

Esther Sánchez

Francisco Javier Infantes Fernández, de 22 años, murió ayer a las 16.40 tras sufrir un accidente en el Parque Warner, situado en San Martín de la Vega. La víctima se encontraba en la atracción denominada El hotel embrujado, junto a unos familiares y su novia. Una portavoz del parque explicó que el fallecido se levantó del asiento al sufrir un ataque de pánico y recibió un fuerte golpe en la cabeza. Sin embargo, su hermana mantiene que la barra protectora no funcionó correctamente y que el fallecido la levantó sin dificultad, por lo que fue arrollado por la máquina. Las primeras pesquisas de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil apuntan a que no hubo fallo mecánico.

La tarde de diversión prevista para conocer el Parque Warner se transformó en una pesadilla para la familia de Francisco Javier Infantes, un sevillano que trabajaba en un local de venta de fruta al por mayor y que debía cumplir 23 años el próximo noviembre.

Éste había llegado desde Sevilla acompañado por su hermana, su novia y un amigo para pasar unos días visitando a su familia de Madrid. Ayer todos ellos visitaron el parque acompañados por un primo.

Decidieron probar la atracción llamada El hotel embrujado, que el complejo de ocio define como "antiguo hotel donde el público queda atrapado y en el que se recrean numerosos y escalofriantes efectos especiales de películas como El exorcista o Entrevista con el vampiro".

Según el personal del parque, en esta atracción los visitantes entran, primero andando, por varias estancias de lo que simula ser un caserón en el que actores y efectos especiales crean un ambiente de tensión y sobresalto. El viaje termina en una sala con apariencia de comedor. En ese punto la atracción pasa a ser mecánica. Entonces los visitantes se sientan en un graderío y son sujetados por una barra de protección.

Otros clientes del parque que han estado en El hotel embrujado cuentan que genera una intensa sensación de vértigo. Tan fuerte como para provocarle a Infantes un ataque de pánico, según explicaron fuentes del parque. Éstas aseguraron que el fallecido quiso bajarse de su asiento, se zafó de la barra de seguridad y se puso de pie, momento en el que algo le golpeó con fuerza en la cabeza.

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Infantes se sentó junto a su novia y su primo; la barra de protección les sujetaba a los tres. La atracción comenzó a funcionar. "En ese momento mi hermano se debió de marear y se levantó. Seguramente pensó que no le pasaría nada apoyado en la pared, porque no sabía que era precisamente lo que se movía. Allí se quedó agarrado en una especie de saliente. Yo también pensaba que estaba seguro", relató su hermana Sara.

Pero cuando la atracción comenzó a moverse, el joven salió despedido. "Fue espantoso, todos empezamos a chillar, porque una pieza de la atracción le estaba machacando, pasaba por encima de él una y otra vez", explicó Sara Infantes. "Algunas personas le intentaron agarrar pero no pudieron".

A pesar de los gritos, la atracción no paró hasta que finalizó el tiempo, según la hermana del fallecido. "No me puedo explicar cómo nadie hizo nada. ¿No vigilan por si pasa algo?", se preguntaba en el hospital, sin creer que su hermano había muerto.

El primo del fallecido, que estaba sentado junto a Infantes y su novia, aseguró que la sujeción se podía levantar sin dificultad. "He tenido que mantener a su novia, porque se quería lanzar a coger a Francisco", explicó. También afirmó que en el parque le dijeron, tras el accidente, que vigilan lo que ocurre dentro de la atracción con una cámara. "¿Y quién estaba vigilando esa cámara?", se preguntó.

La hermana del fallecido, que iba en otro asiento, aseguró que a ella le fue imposible moverse del lugar donde se encontraba debido a la barra de seguridad.

Fuentes del complejo de ocio agregaron que tras el accidente los médicos del parque sacaron al herido de la atracción e intentaron reanimarlo hasta que llegó un vehículo de intervención rápida del Summa. La gravedad de las heridas que presentaba Francisco Javier Infantes hizo que los facultativos solicitaran la intervención de un helicóptero del parque de emergencias de Las Rozas, que le trasladó hasta el hospital Doce de Octubre, donde falleció.

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil investigan cómo se produjo el accidente, pero las primeras pesquisas apuntan a que no se debió a un fallo mecánico de la atracción. Los ingenieros del complejo de ocio, responsables de la atracción, llevarán a cabo una revisión de la misma el próximo martes.

Fuentes de Emergencias 112 explicaron que la víctima sufrió un terrible impacto en la cabeza, presumiblemente con algún elemento de la atracción, que le produjo un traumatismo craneoencefálico muy grave.

Momento en el que queda precintada la atracción <i>El hotel embrujado</i> del Parque Warner.
Momento en el que queda precintada la atracción El hotel embrujado del Parque Warner.CLAUDIO ÁLVAREZ

El tercer incidente

El Parque Warner, situado en San Martín de la Vega, a unos 25 kilómetros de Madrid, ha sufrido otros dos incidentes en sus atracciones, sin que nadie resultara herido.

En cambio, durante su construcción, antes de que fuera inaugurado, murieron dos obreros en sendos accidentes. En mayo de 1999 falleció un soldador de 46 años al golpearse la cabeza con una viga.

El segundo accidente mortal se produjo en enero de 2002: un trabajador murió después de ser aplastado por la carretilla elevadora que conducía.

Seis meses después de la inauguración del parque, el 12 de octubre de 2002, se produjo el primer incidente en una atracción, una montaña rusa conocida como Sunt Fall, cuando 32 clientes quedaron colgados durante 55 minutos.

Menos de un mes después, otras 32 personas volvieron a quedarse colgadas a una altura de 30 metros, aunque sólo durante cinco minutos. Fue el tiempo que emplearon los trabajadores del parque en bajar con los propios mecanismos de la atracción a los visitantes afectados.

Esta montaña rusa es una atracción tipo bumerán, en la que se alcanzan velocidades de hasta 105 kilómetros por hora y tiene una caída vertical de unos 55 metros.

El año pasado el complejo de ocio sufrió varios cortes de luz que paralizaron su actividad. La dirección del parque argumentó entonces que los fallos se debieron a apagones en el suministro eléctrico, "un problema del que es ajeno el parque", agregaron.

Ayer, después del accidente sufrido por Francisco Javier Infantes Fernández, el Parque Warner siguió con su actividad normal. Los visitantes paseaban por el recinto disfrutando de las atracciones.

La única señal de que algo no iba bien en El hotel embrujado eran sus puertas cerradas a cal y canto. Dos personas, apostadas a las puertas de la atracción, informaban de que estaba averiada.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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