La planta de Arcelor seguira abierta durante el ERE
Cuando la siderúrgica Arcelor anunció un expediente de regulación de empleo (ERE) del 100% en su planta de Madrid hasta fin de año, sus 411 trabajadores temblaron. "Había peligro de cierre", dice José Luis Falomir, empleado de la fábrica. Un acuerdo firmado el miércoles garantiza que seguirá abierta durante el ERE.
Tras el miedo y la incertidumbre, los trabajadores de la planta de Arcelor Mittal en Villaverde tienen "una pequeña satisfacción". Han conseguido que la fábrica no cierre durante el ERE que la empresa ha decretado hasta el 31 de diciembre. Era "un requisito básico", dicen, porque, según explica Gema Eztala, delegada sindical de CC OO, "si la producción paraba era muy difícil que luego volviera a abrir". Por eso todos se temían lo peor. "Nosotros sabemos que después de meses sin trabajar el coste de volver a abrir es muy alto", comentaba ayer Javier Ureña, otro trabajador. "Y si esto lo hacían para ahorrar costes...".
Desde hacía meses la actividad en la fábrica había caído y en cuanto la empresa anunció el expediente de regulación de empleo los 411 empleados de la planta comenzaron a movilizarse. Tenían que seguir trabajando, "pero estábamos todo el día dándole vueltas al tema", asegura Santiago Ramírez, que lleva 30 años en la fábrica. José Luis Falomir, que se enteró del posible cierre mientras disfrutaba de las vacaciones de Semana Santa en Sevilla, piensa que esas movilizaciones han sido claves. "Hemos ganado una batallita, pero la guerra sigue planteada si la situación no mejora para final de año".
El acuerdo firmado el miércoles entre la dirección de la empresa y los sindicatos asegura la actividad mínima de la planta del 35% durante el tiempo del ERE, hasta el 31 de diciembre. Se mantienen los mínimos acordados en el ámbito estatal el pasado 14 de mayo: la empresa garantiza el 90% del salario bruto, así como las vacaciones y las pagas extra. En el resto de plantas que Arcelor Mittal tiene en España (17), el cese de la actividad durante el ERE no era total. Pero los trabajadores no las tienen todas consigo. "Estamos en el punto de mira, no lo tengo muy claro", reflexiona Javier Ureña. Las grandes siderúrgicas (Arcelor Mittal es la primera del mundo) prefieren tener sus plantas en zonas costeras, por lo que la de Villaverde parte en desventaja y entre los trabajadores planea el fantasma de la deslocalización, afirma Gema Eztala.
"Lo malo es que no sólo la empresa va mal", comenta José Luis Falomir. "Toda la economía va mal, y pensar en el paro a según qué edades asusta". También ha pasado días de miedo su compañero Santiago Ramírez, de 55 años: "Hasta que no se vive no se conoce la incertidumbre por verte en la calle". Durante mes y medio, las charlas en la planta de Villaverde, que fabrica grandes perfiles para la construcción, han tratado de paro, hipotecas y facturas. "Ahora el acuerdo nos da un poco de esperanza", asegura Javier Ureña.
