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Se privatizan los colegios mayores

La Complutense busca patrocinador para gestionar tres de sus seis residencias.- Un pabellón y un comedor están cerrados por ruina desde hace meses

La Universidad Complutense de Madrid busca socios. Patrocinadores que paguen la remodelación de tres de sus seis colegios mayores y los conviertan en una nueva residencia de estudiantes, una sede de encuentros internacionales con estancias para profesores y una nueva casa del estudiante. El proyecto, que aún está en pañales, ha provocado protestas y malestar entre sindicatos, trabajadores y colegiales, que acusan a la Complutense de no facilitar información y de desprenderse de patrimonio público.

El centro universitario público con más alumnos de España quiere transformar los colegios mayores Antonio de Nebrija y Ximénez de Cisneros, que suman 272 plazas. El tercer centro, aún por determinar, sería para albergar la Casa del Estudiante. La universidad asegura que no se trata de privatizar ni de perder instalaciones. "Buscamos externalizar parte de los servicios, como ya se ha hecho con las cafeterías, y además aún no hemos cerrado nada", según un portavoz.

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Los colegiales, que acaban de formar una plataforma para defender sus centros, se manifestarán hoy frente al Rectorado contra la propuesta. No quieren que entren nuevos socios en los centros, no quieren perder autonomía ni están de acuerdo con el deterioro que están sufriendo las instalaciones y, de paso, tampoco quieren que se transformen en colegios mixtos.

La demanda en estos colegios -que además de alojamiento ofrecen servicio de biblioteca, lavandería, limpieza y comedor- es altísima. El curso pasado 4.000 estudiantes solicitaron antes del verano una habitación para tan sólo 929 plazas, es decir, casi cuatro estudiantes por cada cama.Desde la universidad aseguran que, aunque los datos son reales, esconden múltiples peticiones de alumnos que se intentan matricular en varios centros para no quedarse en la calle.

La universidad se excusa de nuevo en la falta de fondos. No hay dinero, argumenta el portavoz. Y recuerda que la deuda que reclaman a la Comunidad de Madrid ronda los 75 millones de euros. En los seis colegios mayores, gestionados por la Complutense, esa falta de dinero se traduce en el abandono de las instalaciones. El colegio Santa María de Europa lleva semanas con un agujero en el techo de la entrada, uno de los pabellones del Antonio de Nebrija está cerrado por sus ruinosas condiciones desde el verano pasado y ni sus colegiales ni los del Ximénez de Cisneros disponen de comedor propio a la espera de una rehabilitación desde hace casi tres años.

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Para UGT, la privatización de las tres residencias puede mermar el "bien social" que suponen los colegios mayores públicos. El sindicato alude a la diferencia de precios entre los seis centros públicos y los privados que colaboran con la Complutense. La diferencia supera en algunos casos los 200 euros. Los sindicatos reclaman que se garantice el puesto de los trabajadores. "Los que tienen contrato fijo, como yo, estamos tranquilos, el resto está bastante nervioso", explica una empleada de uno de los colegios. "Nadie nos ha informado de nada", se queja otra.

La alarma sobre el futuro de los colegios saltó porque las remodelaciones forman parte del proyecto de Campus de Excelencia Internacional, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Educación para modernizar y especializar a las universidades españolas. La Complutense comparte propuesta con la Universidad Politécnica en el llamado Campus de Moncloa, uno de los proyectos seleccionados. Desde la Complutense explican que la parte que afecta a la reforma de los colegios mayores no está entre las prioridades, que aún no han encontrado quien asuma las obras.

Aseguran que, si la propuesta del campus de la Excelencia se cierra, las tarifas se mantendrían como en los colegios públicos actuales o incluso se abaratarían, puesto que no se ofrecerían los servicios de comedor y lavandería. Por el momento, lo que hay es un ejemplo de lo contrario, ya que el colegio mayor Teresa de Jesús, en el que ya no hay servicio de lavandería, los colegiales pagan lo mismo que en el resto.

Escaleras de un pabellón del colegio mayor Antonio de Nebrija, clausurado desde el verano pasado tras ser declarado no habitable.
Escaleras de un pabellón del colegio mayor Antonio de Nebrija, clausurado desde el verano pasado tras ser declarado no habitable.CARLOS ROSILLO

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