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Reportaje:

Los versos de Bob Dylan bajo los olivos del Botánico

'A hard rain's a-gonna fall' sirve de banda sonora de la catástrofe ecológica mundial vista en imágenes

El mismo día que el hombre llegaba supuestamente a la Luna (el 19 de julio de 1969), el fotógrafo británico Mark Edwards se encontraba perdido en el desierto del africano del Sáhara.

"Fui rescatado por un tuareg nómada -uno de esos hombres del velo azul que cabalgan sobre elegantes camellos por arenas infinitas-. Me condujo hacia donde estaba su gente, hicimos un fuego y tomamos una taza de té y encendió un radiocasete. En la cinta, Dylan cantaba A hard rain's a-gonna fall. Entonces tuve la idea de ilustrar cada uno de los versos de la canción".

Aquel día, el mismo en que la noticia para el mundo era que el hombre parecía haber llegado a la superficie del satélite terrestre, Edwards establecía su objetivo para su futuro próximo: "En los años que siguieron viajé por más de 150 países para fotografiar nuestro choque con la naturaleza", escribe, casi 40 años después, en el catálogo de la exposición Hard rain, que se inauguró la semana pasada en el Real Jardín Botánico de Madrid (www.rjb.csic.es).

"Viajé por 150 países para fotografiar nuestro choque con la naturaleza" (Edwards)
El día que el hombre pisó la Luna Mark Edwards estaba perdido en el Sáhara

"Resulta curioso que un tema de 1963 se adapte tan bien a la situación actual del mundo", decía ayer Gonzalo Nieto, director del Botánico, mientras se ultimaba la instalación de la muestra.Se trata de una exposición fotográfica que llega precedida de la gran repercusión que ha logrado en otras ciudades como Edimburgo, donde convocó más de 30.000 visitas.

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La estructura en Madrid es similar a la que se usó en la ciudad escocesa. En un jardín de olivos se han colocado largos bastidores de madera. Sobre ellos descansan paneles de lona plástica en los que se reproducen instantáneas, la mayoría de Edwards, pero también de otros fotógrafos, elegidas por su valor de denuncia en relación con el cambio climático, la degradación medioambiental y la pobreza en el mundo.

Van de la Rumania de Ceausescu a Katmandú, la capital de Nepal y una de las ciudades con mayor índice de contaminación del mundo; o de la Amazonia a Bangladesh. A cada una le corresponde uno de los 53 crípticos y apocalípticos versos que hablan de bosques tristes, océanos muertos o niños con pistolas escritos por Bob Dylan en 1962 y publicados por primera vez en su segundo disco, The freewheelin Bob Dylan, en 1963.

Al pie de los olivos hay unos cestos con tiras de tela y rotuladores. "La idea es que el público escriba en las tiras lo que la exposición le sugiera y las ate en las ramas de los árboles. El olivo está cargado de connotaciones como símbolo de la paz. Y los jardineros nos han dicho que no corren ningún riesgo por el hecho de que utilicemos sus ramas como soporte", explica Blanca Jáuregui, responsable de comunicación del Real Jardín Botánico.

Está previsto que esos mensajes se remitan a la web www.hardrainproject.com, la segunda pata de este proyecto. Un espacio para el debate en el que participan ciudadanos anónimos, pero en el que se pueden leer mensajes de primeras figuras de la política mundial como Tony Blair o el flamante gobernador de California, Arnold Schwarzeneger. Aunque la mayoría de estas manifestaciones de representantes políticos no pasan del cálido pero vacío comunicado institucional: "Por encima de todo debemos condenar algunas de estas cosas, y aquí podemos ver, si le dedicamos unos minutos, por qué deberíamos hacerlo. Ése es el poder del arte", dejó escrito Blair.

La página se financia gracias a las ventas de Hard rain, el libro-catálogo en el que se pueden encontrar las imágenes expuestas, y que en Madrid se pondrá a la venta por 15 euros.

La muestra, que permanecerá en Madrid hasta el 21 de octubre, fue una de las ofertas del Botánico para La Noche en Blanco del pasado sábado.

"Es una de las primeras exposiciones al aire libre que hacemos. Queremos dar un nuevo aire al jardín, rejuvenecerlo", explica el director, que ha coordinado la muestra desde que, la pasada primavera, Edwards se puso en contacto con la institución.

"Nos ofreció exhibirla aquí y nos pareció una buena idea. Nunca le hemos visto. Nos hemos comunicado con él por correo electrónico y por teléfono. De hecho, no vino a la inauguración porque en este momento estaba en África", justificaba Nieto.

Está previsto que después las fotografías viajen al Jardín Botánico Atlántico de Gijón. Y más tarde, al Jardí Botànic de Valencia. "En el de Gijón estaban muy interesados en que las fechas coincidieran con la ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias. Como se le entregará el de las Letras a Dylan, quién sabe, quizá se pase por allí", comenta el director del Botánico madrileño.

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