Una colección de literatura electrónica
Narrativa hipertextual, poesía cinética, interlocutores virtuales, ficción interactiva, historias generadas por software, performance literarias, escritura colaborativa a través de Internet y novelas en forma de e-mails, mensajes SMS y blog.
Para tener una panorámica de estas nuevas prácticas lo mejor es acudir a la página web de la Electronic Literature Organization (ELO), una organización sin ánimo de lucro, fundada en 1999, por el autor electrónico Scott Rettberg y el novelista Robert Coover, con el objetivo de "promover y divulgar la escritura, publicación y lectura de literatura electrónica y digital". Desde su creación la ELO no se ha dedicado sólo a la difusión, sino que ha creado las infraestructuras necesarias para poner en contacto escritores y lectores. Su iniciativa más reciente es la colección Electronic Literature Collection 1 (ELC 1), disponible en Internet y también en formato CD-ROM, que se puede pedir de forma gratuita.
La publicación reúne 60 trabajos de 49 autores, que incluyen todos los formatos antes enumerados, ofreciendo una amplia perspectiva de las posibilidades de este medio y un buen rato de entretenimiento. La escritora Kate Pulliger, autora del libro de El piano, con la directora Jane Campion, participa con el primer episodio de Inanimate Alice, una novela gráfica por entregas. Las siguientes aventuras de esta pálida adolescente, cuya vida es mediada por toda clase de artefactos tecnológicos, se pueden seguir en el sitio web de Pulliger. Reivindicación e ironía se mezclan en Red Riding Hood, la reinterpretación en clave feminista y en forma de cómic de la Caperucita Roja, a cargo de Donna Leishman, quien también presenta Deviant: The Possession of Christian Shaw, un dibujo animado interactivo basado en un proceso histórico, de 1696, por posesión demoniaca.
Sin españoles
Con la ayuda del programador Tim Guthrie, el escritor Lance Olsen demuestra que la misma historia puede funcionar tanto en la tradicional versión lineal como a través de la navegación hipertextual. Olsen propone la adaptación hipermedia de su novela 10:01 (Chiasmus, 2005), que relata lo que pasa por la mente de los escasos espectadores de un viejo cine, 10 minutos y un segundo antes de que la película empiece. Tras realizar Patchwork Girl, una versión interactiva de la historia de una Frankenstein mujer, Shelley Jackson aborda el genero clásico de las memorias en My body-a wunderkammer, un hipertexto parcialmente autobiográfico, cuyos capítulos corresponden a las diversas partes del cuerpo de la autora. En la vertiente más poética destaca Nio, un conjunto de poesías visuales interactivas del canadiense Jim Andrews, que se pueden crear a través de una consola.
Imágenes y sonidos se mezclan también en Birds singing other birds'songs, de María Mencia, que representa gráficamente las melodías de 12 pájaros cantadas por personas. "En este volumen no hay ningún autor español, pero estamos preparando uno centrado en la literatura electrónica hispana. Queremos sacar dos entregas de ELC cada año", indica Helen de Vinney, directora de ELO. Desde su web, la organización ofrece un directorio de literatura electrónica, con la descripción de 2.353 obras, 1.196 autores y 193 editores.
ELO: http://eliterature.org ELC 1: http://collection.eliterature.org
