PATRICIA ALCARAZ ESPECIALISTA EN VALORAR DAÑO CORPORAL "Debemos mirar los casos con lupa porque el juez hace otro tanto"

Patricia Alcaraz (Bilbao, 26 años) es uno de los tres médicos que componen el primer gabinete de valoración de daño corporal que se constituye en Bilbao, "y creemos que también en todo el País Vasco", asegura. Su labor se ha popularizado gracias a las películas norteamericanas y, sin embargo, "aquí es una profesión muy desconocida". Su trabajo aumenta coincidiendo con las temporadas vacacionales. Los accidentes de tráfico les proveen de clientes.Pregunta. ¿En qué consiste la valoración del daño corporal y qué se valora?

Respuesta. En evaluar la capacidad o discapacidad de las personas en situación de enfermedad o accidente. Se valoran tanto las capacidades físicas como psíquicas. Esto es una especialidad muy reciente de la carrera de Medicina, de hace unos tres o cuatro años, que se llama exactamente Valoración y baremación del daño corporal.

P. Afirman que el suyo es el primer gabinete vasco. ¿Qué ventajas tienen ante un médico que valore en solitario?

R. Somos tres personas y, lógicamente, son tres opiniones diferentes que se ponen de acuerdo para emitir un informe. Al haber tres cabezas distintas para resolver un mismo problema, creemos que somos más objetivos.

P. ¿Cómo se refleja esa valoración?

R. Se hace un informe a petición del abogado o de la persona física que valore las lesiones del paciente y hasta qué punto no puede trabajar debido a sus lesiones.

P. ¿Qué importancia tiene para el juez este informe de un gabinete privado?

R. En estos casos en los que hay una persona con enfermedad o lesión, el juez necesita de la medicina para poder entender hasta qué punto esa persona está enferma o no, si está exagerando sus síntomas o si éstos son reales. Hay que tener en cuenta que con su decisión esa persona va a cobrar un dinero.

P. ¿Cómo puede saber el juez que el informe de un gabinete privado no se ha inflado?

R. Eso es algo que se nota, ya que la parte contraria aporta sus propios informes. Al comparar ambos se ve claramente quién ha inflado.

P. ¿Suele haber grandes diferencias?

R. Normalmente, no. O por lo menos a nosotros no nos ha sucedido hasta ahora. El gabinete está abierto desde junio de 1999. Cada secuela o lesión está valorada en puntos, y eso se traduce en pesetas. Hay unas tablas oficiales para valorar en puntos y son las que sigue todo el mundo.

P. ¿Influye la actividad a la que te dediques a la hora de valorar una lesión?

R. Por supuesto. Una persona que trabaja con su mano derecha, por ejemplo, un cirujano diestro, en el caso de que le muerda un perro en la mano y se la deje sin la movilidad anterior, ese cirujano ya no puede ejercer en su trabajo, a pesar de que sí pueda realizar otras cosas. También le ha podido morder en la pierna y esa valoración no será la misma que la de la mano. Depende del órgano afectado y de lo que eso influya en su actividad laboral.

P. ¿En qué campo tienen más clientes?

R. En accidentes de tráfico, laborales y deportivos. Jugando al fútbol todo el mundo tiene su seguro, se caen, se hacen daño y les quedan secuelas. Un caso nuestro reciente es un chico que se le ha quedado la mano derecha rígida por un accidente jugando al fútbol.

P. ¿Cuáles es la lesión más frecuente en un accidente?

R. El esguince cervical.

P. ¿Cómo llega una persona hasta su gabinete?

R. Por consejo de su abogado o personalmente. Normalmente porque no están de acuerdo con la valoración de su lesión.

P. La gente, entonces, conoce esta especialidad.

R. Poco. Lo más normal es que la gente se conforme con la valoración que le hace el seguro.

P. ¿Cuántos casos habrán pasado por vuestro gabinete desde su apertura?

R. Más de 60 casos.

P. ¿Se han resuelto favorablemente?

R. Prácticamente todos. Nosotros estudiamos el caso antes de aceptarlo. Sólo seguimos adelante si tiene viabilidad. La incapacidad puede ser parcial, total, absoluta o gran invalidez. Nosotros debemos mirar los casos con lupa, porque luego el juez va a hacer otro tanto.

P. ¿Y no hay engaños?

R. Picaresca hay en todas partes. En nuestras manos está descubrir quién la utiliza.