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Elecciones municipales y forales

González busca movilizar el voto socialista con un ataque frontal al PP

"¿Es posible que la derecha le haga más publicidad a ETA que Bildu?", apunta

De las cinco últimas elecciones celebradas en Euskadi desde 2007, fue en las municipales de ese año donde el PSE obtuvo un porcentaje de voto más bajo (24,3%, casi 14 puntos menos que en las generales de 2008). Entonces ni se vislumbraba la crisis y Zapatero estaba en la cresta de la ola. Hoy, todo lo contrario. Los socialistas vascos saben -así lo volvía a reconocer ayer uno de sus principales candidatos- que solo les vale una gran movilización de sus fieles para enjugar el voto de castigo a Zapatero. Y a buscar esa movilización se empleó ayer en Barakaldo el expresidente del Gobierno Felipe González con un implacable ataque al PP.

Ante 1.200 entregados asistentes que llenaban un frontón, González, quien solo tiene cuatro mitines programados en esta campaña -Madrid, Barakaldo y los pendientes en Jaén y Sevilla-, dejó clara desde el mismo inicio de su larga intervención -cerca de 40 minutos- esa necesidad: "Un partido es una organización capaz de movilizarse cuando tienen el sentimiento de que vienen a por nosotros".

"Nunca estuvimos más claramente ante el fin de la violencia", dice el expresidente

Para lograrlo, obvió al PNV, principal rival de los socialistas vascos, y se lanzó a fondo contra el PP de Mariano Rajoy con dos argumentos como ariete: la corrupción y, en especial, la lucha antiterrorista. Aprovechando que Zapatero toreaba ayer en Valencia, el expresidente recordó la trama corrupta de Gürtel -palabra ausente del discurso de Zapatero-, los negocios con la visita del Papa y la intención que ve en Francisco Camps de hacer de las autonómicas valencianas "un plebiscito para blanquear sus marrones". Pero la crítica mayor a Camps no fue por ello, sino por la reciente referencia del presidente valenciano a sus abuelos y el de Zapatero, fusilado por los franquistas, palabras que González consideró "un momento de desvarío mental, de los que creo que tiene muchos, o un momento de abyección". Aunque lo más preocupante es "que no haya un solo dirigente popular que no pida perdón".

Y donde el expresidente echó el resto fue en su ataque al PP por la actitud que está teniendo respecto a la lucha antiterrorista. González, cuyas declaraciones a EL PAÍS sobre ETA y los GAL obligaron incluso a Patxi López a tener que dar explicaciones en sede parlamentaria, felicitó explícitamente al lehendakari por su gestión de la lucha contra el terrorismo, vinculándole al "mejor Gobierno que ha existido en la democracia en la lucha contra la violencia", el de Zapatero y Rubalcaba.

Frente a ello, dibujó a un PP, el partido que en Euskadi sostiene el Gobierno de López, entregado en utilizar el terrorismo como arma política. Como ya hiciera el domingo pasado en Madrid, buscó sus dianas en Rajoy, Aznar y Mayor Oreja. "Nunca estuvimos más claramente ante el final de la violencia y nunca han sido más virulenta la actitud de la derecha", enfatizó. Tras considerar "indigno" para gobernar a un partido que ha arremetido contra magistrados del Constitucional como ha hecho el PP, tras recalcar que todos los Gobiernos, también el de Aznar, negociaron con la banda, tras pintar a un Mayor Oreja que "no sabía lo que estaba pasando" cuando era ministro del Interior, González elevó el tono de su ataque: "¿Es posible que hoy la derecha española le haga más publicidad a ETA que Bildu, la tenga más viva en la mente de los ciudadanos que nadie?" ¿Y con qué propósito?: "No se atreven a decirlo. Les aterra pensar que se puede acabar la violencia terrorista" con Zapatero de presidente.

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Y así tanto atendía a la sensibilidad de los socialistas vascos, que no siempre ha marchado unánime en los últimos tiempos en esta materia con sus compañeros de otras partes de España, como buscaba evitar que el discurso de Rajoy le dé reditos en algunas comunidades que el 22-M se van a jugar de forma cerrada.

De izquierda  a derecha, José Antonio Pastor, Felipe González, Patxi López y Tontxu Rodríguez, ayer en Barakaldo.
De izquierda a derecha, José Antonio Pastor, Felipe González, Patxi López y Tontxu Rodríguez, ayer en Barakaldo.LUIS ALBERTO GARCÍA

El orgullo del partido en la Margen Izquierda

"Estamos en casa". La frase pronunciada por el

lehendakari,

Patxi López, al inicio de su intervención suponía tanto una constatación como una línea política estratégica para los socialistas. El PSE tiene en la Margen Izquierda su "territorio emblemático" -de nuevo palabras de López- en Vizcaya y sus objetivos el 22-M, no solo en esta provincia, sino en toda Euskadi, pasan indefectiblemente por mantener las alcaldías que controla aquí y no ceder ninguna más como le pasó hace cuatro años con Santurtzi, que ahora se esfuerza en recuperar.

Tanto el discurso de López como el de sus antecesores en el uso de la palabra en Barakaldo, su alcalde, Tontxu Rodríguez, y el candidato a diputado general vizcaíno, José Antonio Pastor -los tres además hijos de la zona-, incidieron en enorgullecerse por toda la historia de los socialistas en un lugar donde nació su partido hace 125 años, donde hace un siglo logró su pirmer concejal en toda España, donde su devenir ha ido ligado a toda la historia de la lucha obrera.

López quiso poner la Margen Izquierda y la labor municipal de su partido como ejemplo de convivencia, para confrontarlo con un PNV que llama a la acumulación de fuerzas nacionalistas, especialmente en Guipúzcoa, para "volver a dividir y a enfrentar" a los vascos entre sí.

De nuevo en esta campaña se esforzó el líder socialista en desmentir la acusación que el PNV le ha lanzado casi en cada mitin de querer configurar un frente entre su partido y el PP, frente que quiso dejar "radicalmente claro" que "ni existe ni existirá". "Los socialistas hemos desterrado la política de frentes y de trincheras que ellos practicaban en este país", añadió en referencia al PNV.

Si la acusación de querer dividir a los vascos es la principal que López está usando en sus mítines contra el PNV, frente al PP usa argumentos económicos. López obviamente arremete contra Mariano Rajoy y no contra su socio preferente, el PP vasco, al que básicamente ha afeado solo en esta campaña que algunos de sus candidatos apunten a pactos con el PNV frente a alcaldes socialistas. El

lehendakari

sigue la misma estela del discurso de Zapatero: el PP nacional quiere privatizar servicios y recortar derechos sociales, sin aportar "una sola idea, una sola propuesta" para escapar de la crisis.

Las frases

- Felipe González. "Hace falta echarle valor a la cosa de hacer negocios hasta con la visita del Papa".

- "Nunca estuvimos más claramente ante el final de la violencia. Nunca durante toda la experiencia democrática".

- "Gente como Mayor Oreja, si ETA entrega las armas se llevaría un disgusto de quedarse sin discurso".

- Patxi López. "Los socialistas vamos a los Ayuntamientos a solucionar los problemas de la gente, no a inventarnos problemas".

- "Estamos viendo a dirigentes del PNV hacer llamamientos para la acumulación de fuerzas nacionalistas, para volver a dividirnos".

- "El PP no se merece gobernar nada, ni España, ni un Ayuntamiento".

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