"Sin el Consejo, habría más desilusionados"

Igor Ortego (Bilbao, 1979) ha sucedido a Pablo Gómez Salazar al frente del Consejo de Estudiantes de la UPV, una organización cuyo trabajo y presencia, según su nuevo presidente, es básica en la universidad pública. "Sin el Consejo de Estudiantes, habría muchos más alumnos desilusionados", dice.

Pregunta. ¿Con qué objetivos afronta su mandato?

Respuesta. En primer lugar, defender los intereses de los alumnos, que se nos oiga, que se tenga en cuenta nuestra opinión en asuntos como la calidad del profesorado o el proceso de euskaldunización. En segundo lugar, reforzar la representación de los alumnos en los centros. Por último, que se tome en consideración el punto de vista de los estudiantes en los servicios que van dirigidos a ellos, como el transporte, la biblioteca, las secretarías, etcétera.

P. ¿Tiene el Consejo de Estudiantes capacidad de influencia?

R. Sí. De todas formas, no creemos que los problemas se resuelvan con los votos; deben resolverse por otros medios, por el diálogo, por el debate. No se trata de plantear mociones de censura, sino de resolver los problemas.

P. Sin embargo, la presencia de alumnos en el claustro del que surgirán los nuevos estatutos ha bajado de manera considerable.

R. Éste es el único caso que conocemos en el que alumnos y grupos estudiantiles han abogado por no presentarse para un claustro constituyente. En este país estamos acostumbrados a tirar piedras a nuestro propio tejado. De 82 claustrales, tan sólo están presentes una tercera parte. No obstante, hay que matizar que lograr ese total es imposible, porque hay alumnos de centros que por lo que estudian y por las prácticas que realizan no pueden presentarse. Este hecho se produjo en mayo, pero las consecuencias las pagamos ahora, porque no tenemos peso ni voz para plantear enmiendas a los nuevos estatutos.

P. En cualquier caso, la participación de los alumnos en la elección de estos órganos y de los consejos de estudiantes es muy baja.

R. El porcentaje es alto si se quita a los colectivos de estudiantes que por diversas causas no pueden participar. Donde los consejos de estudiantes funcionan, como en Sarriko, Ingenieros, Ciencias... la participación es alta y donde no funcionan, Bellas Artes o Periodismo, es muy baja.

P. ¿Qué sería la universidad si no tuviera un Consejo de Estudiantes?

R. Una universidad sin Consejo de Estudiantes sería un lugar menos vertebrado donde no se tendría en cuenta al colectivo más numeroso. Habría muchos más alumnos desilusionados porque algunos profesores tendrían demasiada libertad.

P. ¿Qué opina de las diferencias entre la UPV y Educación?

R. Es preocupante. No da buena imagen de la institución y, aunque no entro en quién es el responsable, las malas relaciones generan desconfianza y hace que sea más difícil promover nuevas iniciativas, lo que desalienta.