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Reportaje:CASA | Apuestas

Empecemos por casa

Reducir el impacto ambiental que una construcción puede tener sobre el medio natural y sobre sus habitantes pasa, entre otras cosas, por optimizar al máximo los materiales y los recursos empleados tanto en la fabricación como en la etapa de construcción de los edificios, por aplicar soluciones que impliquen un ahorro de recursos naturales y medios, por plantearse envolventes más eficientes para que el edificio se autorregule y dependa menos de instalaciones costosas y, finalmente, por replantearse el diseño de las viviendas para que respondan a las necesidades reales de los usuarios. La conciencia verde ya no es sólo una moda: reciclar, conservar, reparar, pensar en soluciones sencillas y, sobre todo, apostar por productos y empresas que están comprometidos con el medio ambiente son algunas de las ideas que le sugerimos.

1. Orientación óptima, para aprovechar la luz natural y obtener una ganancia extra de calor, en función del clima. La pared sur funciona como un acumulador de calor en el invierno, por lo que el diseño puede contemplar ventanales, invernaderos adosados, muros y suelos con inercia.

2. Aislar es fundamental si se quiere bajar el consumo energético y evitar un uso irresponsable de los sistemas de calefacción y refrigeración. Se coloca en las superficies que estén en contacto con el exterior (muros, cubiertas y forjados), en medianeras y paredes que dan a espacios no calefactados. En las ventanas, carpinterías de madera o de aluminio con rotura de puente térmico, vidrios de baja emisividad y con control solar, y por fuera, persianas o contraventanas.

3. Paredes con inercia térmica, para que el calor que se acumula en su masa se pueda acumular en los muros y suelos, ayudando a mantener estable la temperatura interior. Se consigue, por ejemplo, con muros de una hoja con el aislante ubicado del lado exterior. También haciendo suelos de piedra, barro u hormigón.

4. La fachada ventilada es una segunda piel que evita que la envolvente principal se exponga de manera directa a las agresiones externas.

5. Ventilación natural. Refresque el interior mediante la ventilación cruzada. Considere ventanas en paredes opuestas, especialmente en el eje norte-sur. En combinación con ventanas de techo, se consigue extraer el aire caliente acumulado en las zonas más altas, mediante el efecto chimenea. La reducción de calor con respecto a una casa mal ventilada y sin protecciones solares es de 5º a 7º C.

6. Reguladores climáticos, como aleros, porches, parasoles, pérgolas con vegetación caduca, toldos. Proyectan sombra en verano, sin obstaculizar los beneficios del sol en invierno.

7. Refrescamiento natural. En las fachadas más calientes, con sombreamientos selectivos y caducos, se consigue mantener la casa fresca y oxigenada. Como ejemplo, lamas de madera, adoquines o losas de piedra asentadas sobre camas de arena.

8. Reformas sostenibles. La construcción sostenible podría resumirse en tres términos, reducir, conservar y reciclar. Por eso, reformar una vivienda es sostenible. Redistribuir los espacios para ganar luz natural, aprovechar mejor la superficie o ganar, por ejemplo, un espacio de trabajo es hacer un uso eficiente de los recursos disponibles, conservando todo lo que es rescatable y no es necesario sustituir.

9. Iluminación natural. Prolongar las horas de luz natural permite bajar el consumo eléctrico y conseguir ambientes más sanos. Hay que plantearse espacios interiores poco compartimentados, para que la luz fluya sin obstáculos, ventanas y puertas de paso con montantes de vidrio, ventanas de techo, claraboyas o cúpulas reflectoras.

10. Superficie ajustada de acuerdo a las necesidades reales de cada uno. La cuestión es no derrochar en espacios que se usan poco, como pasillos, recibidores, baños o dormitorios. Se gasta menos en energía y en mantenimiento.

11. La distribución de los espacios y su ubicación inciden directamente en el gasto energético. Así, las zonas de día ubicadas al sur gastarán menos en electricidad o en calefacción. En el caso de los locales húmedos conviene centralizarlos para optimizar las instalaciones y evitar pérdidas.

12. Interiores menos compartimentados. Se ahorra en materiales y recursos, y la superficie útil y la luz natural se aprovechan mejor. Distribuya los ambientes de día (cocina, comedor, estar) como una zona única. Concentre en una habitación la ropa de toda la casa (para ahorrar muebles y espacio útil en los dormitorios), compacte en muebles multifuncionales el almacenamiento de la cocina.

13. Obra seca. Permite la flexibilidad de usos de los interiores, empleando divisiones que se arman en seco con fijaciones mecánicas, lo que facilita su desmontaje y genera menos escombros. Por el interior de la estructura se pueden canalizar instalaciones e incorporar aislamiento.

14. Ahorrar agua. Reciclar las aguas grises de lavabos y duchas y recuperar el agua de lluvia son dos medidas que pueden aprovecharse para abastecer aquellas necesidades de la casa que no requieren agua potable. Dispositivos de reducción en grifos, duchas y cisternas también disminuyen el consumo de agua.

15. Materiales respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, los que provengan del reciclado o los que se extraigan de recursos renovables y abundantes, como la madera. Que sean de obtención cercana para reducir transportes o que consuman poca energía en su fabricación.

Una ventana de techo para cubierta plana ilumina este pasillo interior. De Velux
Una ventana de techo para cubierta plana ilumina este pasillo interior. De Velux

Más eficientes

Programar y decidir. Emplear lámparas eficientes (como las de bajo consumo y los leds), así como realizar una distribución coherente de los circuitos eléctricos para facilitar la gestión por zonas. Gestionar el encendido, apagado y regulación de las luces mediante sistemas domóticos, lo que permite un consumo racional.

energías renovables. Colectores solares planos para el aprovisionamiento de agua caliente sanitaria o el apoyo a un sistema de calefacción por agua a baja temperatura, como el suelo radiante, paneles fotovoltaicos o aerogeneradores para aprovechar la luz solar o el viento, en la generación de electricidad, calderas de biomasa, estufas de doble combustión que se alimentan con leña o estufas a pellets.

compromiso medioambiental. Comprar equipos y electrodomésticos de máxima eficiencia energética y apostar por empresas que demuestran un compromiso medioambiental en la reducción de emisiones de CO2.

Buscar alternativas. Generar la energía en casa y reducir las emisiones de CO2 de los hogares a cero es la meta que se ha propuesto Panasonic con los estudios que lleva realizando en la Eco Ideas House, de Tokio. En este proyecto, la energía solar, la eólica y un sistema de celdas de combustible que crea energía eléctrica a partir de hidrógeno (gas ciudad) y oxígeno (aire) abastecen de electricidad y agua caliente (sanitaria y calefacción por suelo radiante) a la casa. La energía acumulada se guarda en baterías de iones de litio. El consumo energético se puede controlar a través del televisor.

reutilizar el agua. El W+W de Roca combina en una sola pieza lavabo e inodoro, aprovechando toda el agua que se emplea en el lavabo (el agua se trata previamente en un pequeño tanque) para cargar la cisterna del inodoro. Se ahorra un 25% en el consumo de agua, a lo que también contribuye la grifería Single Pro, que contiene un cartucho progresivo de ahorro de agua y se abre siempre en frío, para evitar que se encienda la caldera.

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