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Obama desafía a China al exigir la liberación del nuevo Nobel de la Paz

El disidente Liu Xiaobo cumple una condena de 11 años de cárcel - El premio enfurece a Pekín, que lo califica de "obscenidad"

La concesión del Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, de 54 años, infatigable luchador por la libertad desde la matanza de Tiananmen en 1989 y ahora en prisión con una condena de 11 años, se convirtió ayer en un durísimo revés diplomático para China.

El presidente de EE UU, Barack Obama, galardonado con el mismo premio el año pasado, exigió a Pekín la liberación de Liu, un gesto que constituye un claro desafío al gigante asiático. "En los últimos 30 años, China ha hecho un progreso extraordinario en la reforma económica, pero la reforma política no ha seguido el mismo ritmo. Los derechos humanos deben ser respetados", añadió Obama.

El Gobierno de Pekín reaccionó con furia contra el Comité Noruego de los Nobel. Convocó al embajador del país nórdico y calificó de "obsceno" el premio concedido "a un criminal que ha sido sentenciado por violar la ley", señaló en un comunicado. Liu es uno de los autores de la Carta 08, un manifiesto que exige reformas democráticas.

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