_
_
_
_
_
EL RINCÓN

La vuelta de Ana Curra

El regreso a la vida pública de Ana Curra es una noticia que alegrará a muchos aficionados. La teclista de Alaska y Los Pegamoides, Parálisis Permanente y Seres Vacíos ha dejado que su vida se deslizase fuera de los canales comerciales y mediáticos de la música dedicándose a la enseñanza del piano y a luchar por hacer surgir al artista del interior de sus alumnos. Con palabras tan intensas como su mirada verde y transparente, Curra muestra sus tesoros y fuentes de inspiración a la cámara. Su vida ha sido también intensa desde que a los siete años abrazó la dura disciplina del aprendizaje musical y, sobre todo, desde que Carlos Berlanga le invitó a formar parte de su bullicioso e iconoclasta grupo musical en 1979. Con alguna ayuda del hombre con el que comparte vivienda y vida, César Scappa, poeta, diseñador, agitador y guitarrista, Curra consigue que la vieja y enorme casa del madrileño barrio de Salamanca cobre vida mientras va recordando anécdotas y experiencias.

La casa es casi un museo con libros y muebles antiguos de maderas nobles y tallas complicadas: herencia de la familia Scappa. Los techos son altos y el plano, un verdadero dédalo de cuartos y alcobas. Junto a las antigüedades, las huellas de Curra y César: una vieja revista de rock enmarcada, los cuadros alucinados de Toño Camuñas, las estrellas artesanales de Curra convertidas en lámparas y discos, instrumentos musicales y prendas de cuero en el perchero. Debajo del fregadero dormita Canela, una perrita de nueve años y carácter apacible. La heterogénea colección de objetos -a los que hay que añadir viejas placas publicitarias de Pepsi y Cinzano y muchos libros por todas partes- son, según su dueña, los distintos eslabones, el hilo conductor de su búsqueda y de su crecimiento interior.

El piano de alguna pariente de César fallecida hace mucho tiempo es el centro de la vivienda y los proyectos de Curra el centro de la conversación. Una colaboración con Digital 21 -nombre artístico de Miguel López Mora- mezclando música electrónica y orgánica, su esperado disco pianístico desarrollando una historia completa y dejándonos por fin disfrutar de sus habilidades instrumentales tantos años y tan duramente trabajadas y una serie de conferencias sobre temas musicales para la universidad. Y existe la posibilidad de un libro de memorias. Curra ha estado callada muchos años y siente que ha llegado el momento de abrirse.

El piano es el centro de la casa de Ana Curra en Madrid, en la que atesora libros, antigüedades, cuadros<b>...</b>, entre otros muchos objetos.
El piano es el centro de la casa de Ana Curra en Madrid, en la que atesora libros, antigüedades, cuadros..., entre otros muchos objetos.ULY MARTÍN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_