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'HEDGE FUNDS' | BREAKINGVIEWS. REUTERS

Una inversión imprescindible

La improbable e imprescindible cartera de valores de 2012 es la de los hedge funds, o fondos especulativos. Un fondo medio ha perdido el 4% este año hasta noviembre, según los analistas de Hedge Fund Research. Pero esos malos resultados no están disuadiendo a los inversores institucionales.

Transcurridos 11 meses de 2011, hasta el índice S&P 500 había conseguido un beneficio del 1% contando los dividendos. El índice del mercado de bonos elegido por HFR tuvo un rendimiento de casi un 8%. El hedge fund medio es un perdedor comparado con eso.

Uno de los problemas ha sido que el análisis superior que los fondos de cobertura afirman ofrecer ha resultado ser casi inútil. Las acciones políticas -desde las infructuosas reuniones de Europa hasta la política suicida de Washington- y las reacciones instintivas de los inversores han arrollado los fundamentos en los que se apoyan quienes escogen acciones y otros activos. Las costumbres arraigadas, como la de vender las acciones que bajan, han resultado desastrosas. Algunos fondos especulativos han sido listos o afortunados. Otros, entre ellos nombres importantes como John Paulson, simplemente han tenido un año lleno de desaciertos.

Un número mayor del habitual de gestores de fondos de pensiones y similares se siente decepcionado con el comportamiento de los hedge funds, según un estudio de Preqin. Pero el número que pretende pasar todavía más dinero a los fondos de cobertura para que estos lo gestionen supera con creces al de los que planean retirar su dinero. Es un tanto paradójico.

La razón es que desean unos rendimientos anuales de, por ejemplo, el 8%. La rentabilidad de los bonos es baja -no más del 2% para las fiables obligaciones del Estado a 10 años- y las perspectivas de los valores de renta variable son sombrías, con un mundo industrializado que presenta un crecimiento anémico en el mejor de los casos. A menos que estos inversores rebajen sus expectativas, no tienen muchas más opciones que la de apostar por el regreso de unas condiciones más racionales y porque los fondos especulativos, pertrechados de cerebros, flexibilidad y un apalancamiento que se espera sea juicioso, vuelvan a tener rendimientos de dos cifras.

Para aquellos fondos que no lo hagan, hay señales de advertencia. Unos 213 de ellos cerraron durante el tercer trimestre, según HFR. Esta cifra es la más alta desde principios de 2010, aunque sigue estando lejos de los 778 clausurados en el cuarto trimestre de 2008.

En general, los hedge funds parecen bien situados para conseguir un aprobado por sus flojos resultados de 2011. Pero aunque los grandes inversores puedan darles otra oportunidad, no deberían sorprenderse si los mercados siguen mostrándose inestables en 2012 y los apreciados gestores vuelven a tener que esforzarse por demostrar lo que valen. -

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