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Entrevista:Antonio Villaraigosa | ALCALDE DE LOS ÁNGELES

"Con la inmigración necesitamos puentes, no muros"

Pablo Ximénez de Sandoval

A la entrada de las oficinas de la alcaldía de Los Ángeles, en el tercer piso del espectacular edificio art decó que preside el presunto centro de la ciudad californiana, recibe al visitante un busto del presidente mexicano Benito Juárez. Frente a él, se exhibe un delicado trono tradicional japonés. En el escudo oficial de la ciudad tienen el mismo peso la bandera de Estados Unidos, la de California, el emblema de México y el de la Corona de Castilla. La mezcla de culturas se ha convertido en un activo de Los Ángeles y alcanzó el nivel institucional cuando Antonio Villaraigosa (Los Ángeles, 1953) se convirtió en 2005 en el primer alcalde de la ciudad de origen mexicano desde el siglo XIX y en uno de los políticos latinos más poderosos de Estados Unidos. Demócrata y exsindicalista, Villaraigosa, que afronta sus últimos dos años como alcalde (el mandato está limitado a ocho), no duda de que el futuro pasa por Asia y Latinoamérica. Por eso ve a Los Ángeles, la ciudad con más mexicanos después de la propia capital de México y más coreanos fuera de Corea, en una posición privilegiada para ser el centro de ese nuevo mundo.

En 1960, los latinos eran un 9% de Los Ángeles. Hoy son el 49%. Un cambio enorme
"Lidiar con los problemas de nuestras ciudades exige recortar gastos y subir impuestos"

Pregunta. ¿De qué puede presumir Los Ángeles en plena crisis económica?

Respuesta. Los Ángeles es la ciudad donde el mundo se encuentra. Más del 70% de la población viene de Latinoamérica, Asia y África, el 29% viene de Europa. Venimos de 140 nacionalidades, hablamos 120 idiomas. Hay 36 nacionalidades que tienen aquí su mayor comunidad fuera de sus países de origen. Es una ciudad que mira al oriente asiático y al sur latinoamericano, no al este y al norte, como hacíamos antes, en el sentido que pueda hacerlo Nueva York. Me gusta decir que es una ciudad de constructores de sueños, a la que no le importa quién es tu padre. En mi caso, no le importó que no tuviera un padre. Y con la reciente decisión de la Corte Federal, no le importa si tienes dos. ¿Sabe? Esta es una ciudad en la que se dice: "Simplemente, hazlo". LA es una ciudad que atrapa la imaginación de gentes de todo el mundo que buscan un lugar donde puedan reinventarse y empezar una nueva vida. Movemos el 44% de todo el comercio portuario de Estados Unidos. Nuestro aeropuerto es el número uno del país como destino final. La gente quiere venir aquí, porque China y Latinoamérica están creciendo y creo que LA está en la mejor posición para crecer con ellas.

P. ¿Qué ha aportado a su mandato el hecho de ser latino?

R. Desde que yo estoy en el cargo, creo que Los Ángeles se siente más a gusto con su transformación demográfica. En 1960, los latinos eran un 9% de la ciudad. Hoy son el 49%. Ha sido un cambio enorme. En 1970 Los Ángeles era una de las ciudades más blancas y europeas de Estados Unidos. Hoy, el 41% ha nacido fuera de aquí. Creo que desde que soy alcalde, la gente está más cómoda con estos cambios que antes de que yo fuera elegido. Se sienten menos amenazados. Cuando me presenté por primera vez en 2001, me llamaban "el candidato latino". Ahora les gusto o no, pero ya nadie menciona el hecho de que sea latino. Mire, yo soy tercera generación. Mi abuelo vino aquí hace 100 años desde León, Guanajuato. Nací aquí, en un hogar donde se hablaba inglés. Soy casi totalmente bilingüe y puedo hablar, leer y escribir en español, pero la verdad es que el idioma en el que crecí es el inglés. Creo que desde que soy alcalde, aunque ha habido temores sobre estos cambios, la gente se ha convencido de que "it's going to be OK", que va a salir todo bien.

P. En cuanto a los latinos, ¿hasta qué punto es usted una excepción? ¿Cuál es el poder real de esta comunidad, su capacidad de influencia?

R. En Los Ángeles tenemos la comunidad de latinos de clase media más grande de América, el mayor índice de latinos propietarios de una vivienda. Sin duda estamos creciendo económicamente. El área de Los Ángeles es el mercado latino más grande de Estados Unidos y uno de los más grandes de Latinoamérica, quizá el más grande del continente. Cuando yo era un niño no teníamos profesores, ni médicos, ni abogados, ni mucho menos cargos electos. Ahora tenemos un alcalde, un presidente de la asamblea estatal, miembros del Congreso, miembros del Ayuntamiento, supervisores del condado... Siento que tengo la responsabilidad de abrir esa puerta para los demás, y creo que está abierta. Debido a la economía, no hay todavía suficiente inversión en educación y no nos hemos dedicado lo bastante a la diferencia de logros de los latinos. Tenemos mucho trabajo por hacer. California va a tener un millón de titulados universitarios menos de los que debería en buena medida porque no van a la universidad suficientes latinos. Pero sin duda hemos avanzado. Vas a México hoy en día, donde nos llamaban los pochos ("no eres de allá ni de acá"), y ya no nos llaman así. De hecho, están muy orgullosos de cómo muchos de nosotros hemos alcanzado posiciones de poder, influencia y riqueza.

P. En Los Ángeles sorprende que el español sea el idioma de la calle, donde tiene una presencia equivalente al inglés. ¿Pero hasta qué punto se habla español en los círculos de poder?

R. El idioma del poder, del comercio y del Gobierno es el inglés. Una cosa que hay que saber de mí, y creo que de muchos de nosotros, es que lo primero de todo somos americanos. Muchos de nosotros estamos orgullosos de donde venimos, de las raíces, pero somos americanos. Me divierte cuando la gente me pregunta: "¿Con quién vas?, ¿con EE UU o con México?". Es simple, voy con Estados Unidos. Yo nací aquí. Hombre, si México juega contra el resto del mundo, voy con México. Después, voy con Latinoamérica, y después con España. Pero lo primero de todo es Estados Unidos, aquí es donde nací. Defiendo a los inmigrantes, soy muy progresista. Pero creo que el futuro de América es para los que aglutinan coaliciones. Nunca me he presentado como un mexicano, y por eso gané. Igual que el presidente Obama no se presentó como un afroamericano, se presentó como un líder para todos. Algún día, en España, un árabe será elegido presidente. Porque lo que hacemos nosotros lo hace después Europa. En lugares con diversidad y con meritocracia, el verdadero reflejo de la democracia es que cualquier persona puede llegar a la cima.

P. ¿Hasta qué punto la diversidad de Los Ángeles, que es un experimento mundial, es exportable? ¿Sirve como ejemplo de algo?

R. Es verdaderamente mundial. Los Ángeles es hasta más diversa que Nueva York. Y es exportable. Lo que ocurre en LA, ocurre después en el país. Las ciudades-Estado van primero. Las ciudades-Estado como Madrid, Barcelona, París, Roma o Londres, donde están los inmigrantes. Yo soy el presidente de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, y hablo mucho de las ciudades-Estado. Los Ángeles es la Venecia del siglo XXI, por diversidad, por poder económico... Solo un ejemplo: las áreas metropolitanas de Los Ángeles, Chicago y Nueva York juntas tienen una economía del tamaño de Francia, más de 2,5 billones de euros.

P. Esta es la segunda ciudad con más mexicanos después de México DF. ¿Qué relación tiene con las autoridades mexicanas?

R. He tenido una relación fuerte con los presidentes mexicanos Zedillo, Fox y ahora con Calderón. También con el embajador de México. Veo cuando nos visitan a los alcaldes de las ciudades grandes y a los gobernadores como Marcelo Ebrard. También es un amigo el exgobernador del Estado de México y que ahora es un candidato del PRI, Enrique Peña Nieto. Tengo una relación fuerte con los grandes Ayuntamientos de Latinoamérica. Reconozco la conexión que tenemos.

P. Supongo que el gran tema con ellos es la situación de la inmigración ilegal. ¿Cuál es su diagnóstico en este tema?

R. El sistema de inmigración en Estados Unidos está quebrado. Ya no sostiene los valores sobre los que se fundó nuestra nación, como el trabajo duro. Está tan politizado que se ha convertido en una piñata política. El debate sobre la inmigración es tan amargo, tan polarizado, que ya no vemos ni los árboles ni el bosque. Olvidamos que la gran mayoría de esta gente trabaja duro, contribuye al país creando riqueza y traen consigo los valores del esfuerzo y el sacrificio que siempre han hecho grande este país. Yo comencé mi relación con el sindicato del campo a los 15 años. Desde que tuve 19 trabajé con inmigrantes. Aunque no hablaba español, sentía una conexión con ellos, y los sigo defendiendo. Cuando el Congreso estaba hablando de construir muros en la frontera, yo fui a México y dije: "Necesitamos puentes, no muros". Y lo creo fuertemente.

P. ¿Se vislumbra alguna solución?

R. Sí. No en el corto plazo, pero con el tiempo sí. Necesitamos a estos inmigrantes. La población de Estados Unidos no crece lo bastante rápido. El hecho es que si queremos conservar nuestro sistema de seguridad social y todos los programas de ayuda, lo mejor que podemos hacer es educar y abrir caminos hacia la ciudadanía para que esta gente pueda ayudar a sostener estos programas a través de su trabajo y sus contribuciones. Los necesitamos.

P. ¿Cómo se deben enfrentar las grandes ciudades a esta crisis económica y a la caída de ingresos?

R. En un momento en el que el Congreso está discutiendo los detalles del déficit y la deuda, los alcaldes están peleando por poner a la gente de nuevo a trabajar. La mejor manera de atacar el déficit y la deuda es crear empleo, para que la gente pueda pagar impuestos y pueda consumir bienes y podamos devolver la economía a la vida. Los alcaldes están centrados en el empleo. Yo digo que los legisladores son elegidos para hablar y los alcaldes son elegidos para actuar. Tenemos que resolver problemas de verdad. Mire, yo soy muy progresista. Vengo de los movimientos sindicales. Pero también soy muy práctico. Cuando estás en este trabajo, no te puedes permitir ser un ideólogo. Tienes que solucionar cosas que no son demócratas ni republicanas. La gente quiere servicios y tú tienes que buscar soluciones. Los alcaldes entienden esto, particularmente los de las ciudades grandes. Porque somos pequeños países. Las ciudades-Estado son como pequeñas naciones. El área metropolitana de Los Ángeles sería la 17ª economía mundial si fuera un país. Somos pequeños países.

P. Estas ciudades-Estado se encuentran ahora en su mayoría fuertemente endeudadas y pendientes de los mercados internacionales. Son tratadas como empresas al borde de la quiebra. ¿Ve usted como una posibilidad real que una ciudad como esta o un Estado pueda quebrar?

R. No. ¿Que nos declaremos en bancarrota? Podríamos, pero no lo haremos, porque no podemos. "We could, but we won't, because we can't". No podemos permitírnoslo. De ninguna manera puede suceder eso. No aquí, en LA. No puedo hablar por otras grandes ciudades, pero aquí no. Tendremos que tomar decisiones duras. Pero la mejor manera, igual que para salir del problema de la deuda y el déficit, son los recortes en programas sociales, recortes en gasto que incluyan a Defensa, y subir algunos impuestos. Esa es la mejor manera de lidiar con los problemas de nuestras ciudades. Tenemos que volver a invertir en nuestras ciudades y en nuestra gente. Si lo hacemos, nuestras ciudades seguirán siendo centros de innovación y lugares con una economía vibrante para nuestra nación. Las 263 economías metropolitanas de EE UU producen el 90% del PIB y el 94% de los nuevos empleos. Si inviertes en las ciudades, inviertes en el país. Si inviertes en Madrid o en Barcelona, inviertes en España.

P. Usted decidió no presentarse a gobernador de California en 2010, cuando su nombre estaba en las quinielas. En 2013 tendrá que dejar la alcaldía. ¿Qué tiene planeado para el futuro?

R. La gente dijo que me iba a presentar, pero yo no lo dije. Y la razón es que me encanta ser alcalde. ¿Sabe? El alcalde de Los Ángeles es casi tan importante como el gobernador de California. Tengo un gran trabajo y no me quería ir. Me quedaban cuatro años más. ¿El futuro? No lo he decidido todavía. -

El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, en una conferencia en la Universidad de Nevada en agosto de 2009.
El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, en una conferencia en la Universidad de Nevada en agosto de 2009.ETHAN MILLER /GETTY IMAGES

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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