_
_
_
_
_
Entrevista:EN POCAS PALABRAS

"Vamos a decir chorradas como pianos"

Joaquín Reyes, de 'La Hora Chanante', avanza que su nuevo espacio en La 2 será "el mismo cuerpo con distinto traje"

Este hombre es el responsable de una de las letras más infecciosas de los últimos años. "No permitáis que la palabra hijo de puta desaparezca de nuestras vidas, de nuestras calles, de nuestras escuelas". Así empieza el clip Hijo de puta, hay que decirlo más, que ha sido descargado casi un millón de veces en YouTube y quizá sea el sketch más conocido de Joaquín Reyes (Albacete, 1974), uno de los cerebros del programa televisivo La hora chanante, que ha convertido sus imitaciones en un éxito de audiencia en la Paramount Comedy y en Localia. Reyes descansa unos días antes de empezar a trabajar en el asalto a la televisión pública. Junto a su equipo, comenzará en septiembre en La 2 un nuevo programa semanal que será "el mismo cuerpo con distinto traje".

Pregunta. En la escuela usted debía de ser tremendo.

Respuesta. Era el imitador de la clase, el graciosete. Eso sí, nunca pensé que acabaría en la tele.

P. Ha conseguido lo que desea cualquiera: trabajar divirtiéndose.

R. Sí, mi trabajo es ir a disfrazarme. Estoy todo el día vestido de payaso y cuando vuelvo a casa mi mujer me pregunta qué tal ha ido, y le digo uf, durísimo.

P. ¿Se lleva el trabajo a casa?

R. La gente cree que los cómicos somos gente excéntrica. Mi vida es normal. Pero, mira, voy a empezar a cultivar historias, para crear una imagen de mí. Diré que monto a caballo y cazo con arco pequeños gamos. No, en realidad soy como todo el mundo. Veo House y eso.

P. ¿Cómo surgió Hijo de puta?

R. El casero del piso de estudiantes que tenía Ernesto Sevilla [compañero de La hora...] en Albacete entró un día a arreglar una persiana y dijo: "¡Cómo tenéis el piso, hijos de puta!". La letra la escribí en 20 minutos, pero parece que debía de estar inspirado.

P. Mr. T, Michael Jackson, Niki Lauda... ¿El imaginario de los ochenta es una mina?

R. Es nuestra década, cuando pasamos de niños a adolescentes. En la música y la tele había personajes muy divertidos. Mis políticos favoritos eran Thatcher, Reagan, Gorbachov. Y Tachenko, que era como un dibujo animado. Esos deportistas con bigote eran hombres. Ahora son como rockeros y parecen críos.

P. ¿Les han comparado con los Monty Python?

R. Ellos eran muy grandes. Hemos empezado con su libertad, y hay referencias como lo de pasar de un sketch a otro sin avisar, las animaciones y el humor absurdo.

P. La gente se sabe de memoria sus gags. ¿Cómo explica su éxito?

R. Había un público joven, de treintañeros, que buscaban un humor diferente y hemos cubierto ese hueco. Es gente que comparte nuestros referentes. Hemos conseguido una cosa diferente porque nos han dejado hacerlo sin presiones de audiencia.

P. ¿Cómo se llamará el nuevo programa?

R. No tiene título. Y es complicado porque hay que buscar uno tan chorra como el original. Los fans ya están dando miedo, porque dicen que si no se llama igual no va a funcionar. Pero yo creo que sí, porque vamos a decir chorradas como pianos, como siempre.

P.¿Puede avanzar alguna novedad?

R. Tendrá la misma filosofía y seremos el mismo equipo. Habrá personajes nuevos. Algunos de los antiguos seguirán, como El Gañán, que es un paleto universal, pero otros como Marlo o Vicentín no tiene sentido conservarlos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_