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Reportaje:Primer plano

Una pesadilla californiana

La caída del precio de la vivienda ahoga la economía de una ciudad

Esta ciudad, a 18 metros por encima del nivel del mar, es la zona residencial con el agua más al cuello de todo Estados Unidos.

A raíz de la caída del precio de la vivienda, casi el 90% de los propietarios de viviendas de Mountain House debe más por sus hipotecas de lo que valen sus casas, según cifras publicadas el pasado lunes. Es el porcentaje más alto del país. El propietario medio de Mountain House está, como se dice por aquí, 98.000 euros "bajo el agua".

Una visita a la zona en los últimos días muestra el modo en que la crisis inmobiliaria que azota al país entero está contribuyendo a la desaceleración de la economía estadounidense en general, dado que las familias sobre las que pesa una cuantiosa hipoteca están recortando los gastos.

La crisis castiga más que a nadie a los habitantes de Mountain House
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El contratista Jerry Martínez y su mujer, Marcie, empleada de contabilidad, se encuentran entre los propietarios agobiados de Mountain House. La carga de los gastos de la tarjeta de crédito y una casa que se devalúa cada día que pasa les están enseñando la necesidad de sacrificarse, a ellos y a sus tres hijos.

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"Tenemos sueldos decentes, pero la hipoteca supone un enorme desembolso", asegura Martínez, de 33 años de edad.

La agencia de recopilación de datos inmobiliarios First American CoreLogic calcula que 7,6 millones de viviendas de EE UU estaban por debajo del valor de su hipoteca a fecha de 30 de septiembre, mientras que otros 2,1 millones están a punto de estarlo. Esto supone aproximadamente una cuarta parte de todas las casas hipotecadas. Los 20 códigos postales más afectados se los reparten cuatro Estados: California, Florida, Nevada y Arizona.

"La mayoría de la gente presta muy poca atención al capital si pueden pagar la hipoteca", señala Mark Fleming, jefe de economistas de First American. "Creen que es una faena que haya caído el valor de su casa, pero están atados a ella". Sin embargo, la magnitud de los desplomes actuales no tiene prácticamente precedentes. "Cuando tasan mi casa por la mitad de su valor original, ¿acaso pone eso a prueba el modo en que me voy a comportar?", comenta.

Mountain House, una zona residencial de 7.000 habitantes ubicada en medio de los campos y pastos del Valle Central, unos 100 kilómetros al este de San Francisco, proporciona una respuesta de lo más deprimente.

El recorte de gastos de los Martínez y sus vecinos se refleja en una modesta hilera de una docena de comercios en la cercana Tracy. Tres están vacíos, mientras que un cuarto tiene un inquilino temporal. Algunos de los que quedan dicen que están únicamente esperando.

"Antes del verano, las cosas no iban mal. Pero eso se acabó", dice My Phan, de Hailey Nails and Spa. "Los clientes nos comentan que no se pueden permitir hacerse la manicura". Calcula que su volumen de negocio ha caído a la mitad.

Jason Heinemann, de la tienda Cribs, Kids and Teens, dice que su negocio también ha dejado de ingresar un 50%. Abrió el establecimiento a principios de 2006, y el mes pasado fue el peor que ha registrado. "Los abuelos son grandes compradores de mobiliario infantil, pero cuando ven que sus planes de pensiones pierden entre 8.000 y 16.000 euros cada semana, dejan de entrar a comprar", asegura. Heinemann despidió a su único empleado, contribuyendo a una tasa de desempleo en el condado de San Joaquín que ha superado el 10%. También ha dado de baja su anuncio en el periódico local y en revistas de lujo.

Del mismo modo que se hunden las ventas de Heinemann, él también se está apretando el cinturón. "Antes gastaba mucho", comenta. "Ahora nos estamos ajustando nuestro presupuesto para Navidad".

En el escaparate de otro inquilino, Wells Fargo Home Mortgage, un letrero muestra a dos propietarios felices sosteniendo un cartel que dice: "Algún día deberemos mucho menos de lo que pensábamos".

Algún día, quizá, pero no ahora. First American se ha dedicado a pulir sus cifras sobre hipotecas con el agua al cuello, oficialmente conocidas como patrimonio negativo. La empresa de recopilación de datos se encargó de evaluar 42 millones de viviendas con hipoteca. Para calcular el valor actual, se sirvieron de un programa informático basado en ventas comparables.Mediante estas cifras se clasifican los 20 códigos postales con el agua más al cuello. El código postal 95391, que es el de la zona correspondiente a todo Mountain House y a alguna que otra propiedad de fuera, posee la nada deseable distinción de encabezar la lista.

De las 1.856 hipotecas dentro de este código postal, First American calcula que cerca de un 90% está con el agua al cuello. Sólo 209 propietarios deben menos por su hipoteca de lo que valen sus casas.

En 2003 se vendieron las primeras viviendas en Mountain House, justo en el momento en que la expansión inmobiliaria metió la directa. Su relativa proximidad a San Francisco atrajo a muchos a quienes no les importaba un viaje más largo en coche a cambio de una casa más grande.

Los Martínez adquirieron su vivienda a principios de 2005 por 505.000 euros. Hoy, su valor es de unos 336.000. Tienen una hipoteca sólo de interés, un préstamo popular durante el boom que permite a los propietarios posponer la amortización del capital durante un tiempo. Pero estos préstamos terminan por ser incontrolables. Según Martínez, en 2015, sus letras mensuales serán de 9.600 euros. Se ríe y niega con la cabeza por lo absurdo de la situación.

Temen el futuro, así que se quedan en casa. Alquilan películas. Juegan a juegos de mesa. Pero no al Monopoly, porque su relación con el mundo inmobiliario les recuerda demasiado a la vida real. "Es un círculo vicioso", señala Martínez. La economía está flaqueando por su culpa y por la de millones más que no están consumiendo. Todo esto acabó con su trabajo haciendo reformas este año, y amenaza su empleo actual como contratista para locales comerciales. Por el momento, la familia hace lo que puede por mantenerse a flote. Pero Martínez reconoce que se le ha pasado por la cabeza entregar su casa al banco. "Para junio del año que viene, si no mejoran las cosas, me voy", dice.

Muchos otros ya han optado por eso. Los bancos han embargado a 101 vecinos del código postal 95391 en el tercer trimestre, según DataQuick Information Systems.

Incluso aquellos que se instalaron relativamente hace poco están pasando apuros.

Kenny Rogers, especialista en seguridad de datos, se mudó el año pasado a Mountain House, después de adquirir por 304.000 euros una casa embargada por el banco a su anterior propietario en la calle Prosperity. Pero el desplome del precio de la vivienda ha sido tan descomunal que él también está con el agua al cuello.

Ha reducido sus compras de DVD, pasando de 50 al mes a quizá uno, y está esperando la llegada de las rebajas de Navidad para comprarse una televisión de alta definición. Ya no se da tantos caprichos en su tiempo libre, como ir de buceo o volar. "Es mejor esperar a que mejoren los precios o pasar sin ello", señala Rogers, de 52 años de edad. -

© 2008. New York Times News Service. Traducción de News Clips.

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