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300.000 mujeres usaron en 2003 la 'píldora del día siguiente' para evitar el embarazo

Este método anticonceptivo es el tercero más empleado tras los orales y los condones

De prohibida a superventas. El uso de la llamada píldora del día siguiente (un complejo hormonal para evitar embarazos que debe tomarse justo después del coito) fue aprobado en marzo de 2001. En tres años se ha convertido en el tercer anticonceptivo más usado, por detrás de las otras píldoras (los anticonceptivos orales) y los preservativos. El año pasado los laboratorios que la comercializan vendieron en España 317.670 unidades, según la consultora especializada en mercado sanitario IMS. Y el consumo va en aumento: la cifra es un 18% superior a la de 2002.

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La mayoría de las mujeres que recurrieron a la píldora postcoital lo pagó de su bolsillo. Sólo en Andalucía, Extremadura, Baleares y Navarra el acceso es gratis en los centros de orientación familiar, consultas de atención primaria o urgencias hospitalarias. Los servicios públicos de estas comunidades atendieron a unas 50.000 el año pasado (5.857 en Baleares, 37.093 en Andalucía, 5.518 en Extremadura; Navarra, que aprobó la dispensación gratuita en centros públicos en febrero, no tiene todavía datos).

En Asturias los centros públicos recetan la píldora, pero no la facilitan. La Consejería de Sanidad de la Generalitat catalana ha anunciado que la dará en centros de salud a partir del 1 de octubre. También el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, lo ha anunciado, en contra de la postura del partido. Este mismo mes, el portavoz popular en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo, rechazó la postura de Cataluña. "Hace un flaco favor a la equidad del sistema", dijo, aunque admitió que era una competencia autonómica.

La cifra de cajas vendidas (cada una consta de tres pastillas y sirven para una vez) puede ser algo superior al de mujeres que las utilizan, ya que fuentes procedentes de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía (la primera comunidad en dispensarla gratis en centros de orientación familiar, servicios de urgencias y consultas de primarias) calculan que el 20% son "reincidentes".

Aun con esta rebaja, el número de mujeres que acudieron a este método anticonceptivo "es una barbaridad, ya que representa casi el 3% de las que están en edad fértil [entre 15 y 49 años]", afirmó la demógrafa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Margarita Delgado.

Campañas educativas

Si se tiene en cuenta sólo a las menores de 25 años, que son las que más utilizan este sistema, el porcentaje aumenta hasta el 7%. El 40% usa el preservativo, y la terapia hormonal oral (la píldora anticonceptiva) el 20%, según la encuesta Schering sobre contracepción. También es mucho más utilizada que el aborto (en 2002 se realizaron 77.000 en España).

"Los números indican que hay una falta de previsión. No hay conciencia de riesgo ni formación para evitar el embarazo. Hacen falta más campañas de educación y concienciación", señala Delgado.

En el resto de las comunidades, sólo los centros de planificación familiar la recetan y el medicamento, que cuesta 19,18 euros independientemente de la marca que se use -hay dos en el mercado- no está incluido en los de financiación pública.

La píldora postcoital es un anticonceptivo "de urgencia", según la Agencia Española del Medicamento. Está indicado para casos en que hayan fallado otros métodos, como cuando se rompe el preservativo. Debe tomarse lo antes posible después del acto sexual, y su eficacia disminuye con el tiempo (el límite está en las 72 horas).

El tratamiento consiste en una combinación de hormonas, y tiene un doble efecto: retrasa la ovulación y, si la mujer ya ha ovulado, impide que un posible óvulo fecundado se implante en el útero. Este último efecto ha provocado el rechazo de algunos sectores conservadores, que la equiparan con un método abortivo.

"No se trata de un anticonceptivo más, sino sólo de un último remedio ante la posibilidad de un embarazo no deseado", insiste Cristina Torro, del servicio de Promoción de Salud de la Junta de Andalucía. En 2003 disminuyó el númeo de usuarias (de 43.162 a 37.093), lo que Torro calificó de "muy positivo". La responsable autonómica atribuye este descenso a que la receta de la píldora va acompañada de "un esfuerzo de información y prevención". También la proporción de mujeres que repiten ha bajado. El primer año fue del 30%; ahora es del 20%, indica.

"En la mayoría de los casos, la causa que aducen las mujeres es que se les ha roto un preservativo", afirma Torro. "Curiosamente, el grupo de edad que más la demanda es el que tiene entre 20 y 24 años, lo que contradice la idea de que se trata de un recurso sobre todo para adolescentes", añade.

En Extremadura, en cambio, se cumple la pauta de una mayor demanda por las más jóvenes, según Dámaso Villa, de la Consejería de Salud. "El número de prescripciones en los Centros de Orientación Familiar fue de 5.518 en 2003, y la cifra parece estabilizarse este año", afirma.

Dos jóvenes muestran envases de un fármaco anticonceptivo.
Dos jóvenes muestran envases de un fármaco anticonceptivo.BERNARDO PÉREZ

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