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Berlusconi desafía a la justicia y prohíbe retirar el alimento a Eluana

Una orden a los hospitales trata de bloquear una sentencia inapelable del Supremo

El ministro de Sanidad del Gobierno italiano, Maurizio Sacconi, ha enviado una orden a todas las regiones italianas en las que prohíbe a todos los hospitales, públicos, concertados y privados, desconectar las sondas que alimentan e hidratan a las personas en estado vegetativo permanente. La circular del Ejecutivo de Berlusconi intenta bloquear por la vía administrativa la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo que hace un mes autorizó a la familia de Eluana Englaro, inconsciente desde hace 17 años por un accidente de coche, a suprimir su alimentación artificial.

El abogado de la familia, Vittorio Angiolini, se mostró ayer furioso y a la vez escéptico sobre la validez legal de la circular emitida por Sacconi. "Conozco bien al ministro y sé que es capaz de armarla gorda, es un hombre capaz de cualquier cosa, pero me gustaría ver esa norma publicada en la Gaceta Oficial de la República", afirmó el constitucionalista. "Si Sacconi no es estúpido, y creo que no lo es, sabe que no puede ordenar a los médicos como si fueran soldados y él un general. Estamos ante un problema médico, no administrativo, y [la prohibición] se trata claramente de un acto fuera de la ley", añadió.

"Es un estilo autoritario, inhumano", afirma la oposición
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La circular de Sanidad se inspira, en efecto, en dos precedentes sin rango de ley. Por un lado, cita el artículo 25 de la Convención de Derechos de los Minusválidos aprobada por la ONU el pasado día 13, que llama a los Estados a "prevenir la negativa discriminatoria a dar asistencia médica o dar cuidados, alimento y líquidos en razón de la minusvalía".

En segundo lugar, Sacconi invoca algunas indicaciones previas del Comité Nacional para la Bioética, exactamente una del 30 de septiembre de 2005, en la que se dice que la suspensión de alimentos y agua "debe evaluarse como una forma particularmente cruel de abandonar al enfermo", salvo en los casos de terminales.

A juicio del profesor, "la orden no vale para nada, porque las leyes no las hace Sacconi sino el Parlamento, y porque esos dos precedentes no tienen nada que ver con nuestra legislación".

Curiosamente, Sacconi convocó la rueda de prensa para publicitar su edicto el mismo día que se había dado a conocer que la clínica Ciudad de Udine estaba lista para albergar a Eluana Englaro y desconectar la sonda que la alimenta y la hidrata. Tras la comparecencia del ministro, la clínica desmintió que hubiera firmado ya un acuerdo con la familia.

"He emitido una circular que consideraba obligatoria", explicó Sacconi a la prensa, "con el fin de que todo el sistema sanitario nacional, es decir estructuras públicas, concertadas y privadas sea uniforme en el deber de garantizar a las personas minusválidas el derecho a la nutrición y la hidratación". Si se niega ese derecho a pacientes en estado vegetativo, agregó el ministro, los hospitales incurrirían en una discriminación que sería "contraria a la ley".

Según la interpretación de Sacconi, las disposiciones de la Convención de Derechos de las Personas con Minusvalía deben aplicarse también a los pacientes que están en estado vegetativo permanente.

El Partido Demócrata, que está en la oposición, por boca de la diputada Barbara Pollastrini, emitió una nota comentando la circular de Sanidad: "Ha llegado el diktat del ministro Sacconi para convertir en inaplicable la sentencia del Supremo. Es un estilo autoritario, inhumano y que no respeta su propia función ni la separación de poderes consagrada por la Constitución".

"La verdadera tragedia", añadió Pollastrini, "es la de Eluana, y el verdadero destrozo es para su padre, que lucha por afirmar la voluntad de una hija amadísima. La sentencia del Supremo debería obligarnos a todos, sobre todo a los que tienen responsabilidad de gobierno, al respeto, la meditación y el diálogo".

El ministro recibió la plena aprobación, en cambio, de parte de Isabella Bertolini, dirigente del Pueblo de la Libertad en la Cámara de Diputados. En su opinión, el principio invocado por el ministro Sacconi, "según el cual negar alimentos y agua es contrario a la ley", es "justo y sacrosanto".

Beppino Englaro muestra fotografías de su hija Eluana en su domicilio de Lecco (Italia).
Beppino Englaro muestra fotografías de su hija Eluana en su domicilio de Lecco (Italia).AP

La lucha de Englaro

- 18 de enero de 1992. Eluana Englaro queda en estado vegetativo irreversible tras sufrir un accidente de tráfico. Cinco años después, su familia inicia una batalla legal para lograr su "muerte digna".

- Julio de 2008. La audiencia de Milán autoriza a la familia a interrumpir la alimentación de Englaro. El Parlamento eleva un conflicto de competencias al Tribunal Constitucional. La fiscalía recurre.

- 13 de noviembre de 2008. El Tribunal Supremo desestima el recurso de la fiscalía de Milán. Pero pasan los días y la familia de Eluana no encuentra hospital que acepte dejar de alimentarla.

- 15 de diciembre de 2008. Silvio Berlusconi desafía a la justicia y prohíbe que se deje de dar alimentos a esta mujer.

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