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Cuarta respuesta

Chema Caballero, ex religioso javeriano y autor del blog África no es un país

"Yo estoy bastante de acuerdo con los tres primeros puntos. Los dos primeros no son algo nuevo. Recogen lo esencial de la tesis que defiende Dambisa Moyo en su libro Dead Aid. Why aid is not working and how there is another way for Africa. Es también la tesis que yo defiendo en mi libro, Los hombres leopardo se están extinguiendo. Hoy día la ayuda internacional se ha convertido en un medio más de Occidente para controlar y acceder a las materias primas. No hay que verlo más que en los países que se eligen como prioritarios en la cooperación. En el caso de España no son los más pobres y necesitados, sino aquellos donde operan empresas españolas (muchas de ellas pesqueras) y aquellos donde es necesaria una actuación policial para frenar la llegada de inmigrantes subsaharianos a la península. Recordar que parte del presupuesto de Cooperación está gestionado, curiosamente, por el Ministerio del Interior. El objetivo de la ayuda al desarrollo no es tanto "ayudar" como "controlar".

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La cooperación no es una causa perdida

Yo sigo defendiendo que la cooperación es buena, y muchas veces necesaria, por eso en el último capítulo de mi libro propongo una reflexión sobre cómo se debe hacer. Yo soy testigo de que proyectos que parten de la iniciativa local, donde hay un buen seguimiento y una buena implicación de la comunidad local salen adelante, funcionan y tienen un impacto positivo. En los puntos 4 a 6 también estoy bastante de acuerdo ( hablé hace poco sobre esto en http://www.mundonegro.com/?q=content/justicia-no-caridad). Matizo el tema de los cooperantes porque no se puede incluir a todos en el mismo saco. Yo he conocido a muchos que no responde a lo que se describe en ese libro. Yo creo que el problema que existe en este campo es que todavía, en España, se sigue identificando cooperante con voluntario y eso no es verdad. La cooperación se ha profesionalizado y muchos de los que se dedican a ella la ven como un trabajo más, en el que ayudan, hacen el bien, pero no dan su vida por él. Son más profesionales, y menos "militantes", como pudieron ser los primeros que se dedicaron a este campo. A mí me preocupa más el tema de que muchas ONG hayan perdido su capacidad de denuncia y reivindicación y se convierten en simples engranajes en un sistema que evidentemente no está diseñado para ayudar a África a cambiar, sino a mantenerla donde está. Y también critico el que muchas ONG se hayan convertido en un fin en sí mismas, en maquinarias que necesitan "proyectos", muchas veces sin importarles la incidencia que de verdad puedan tener sobre el terreno, para mantenerse.

También es verdad que se utiliza mucho las "malas imágenes", la pena, la miseria, para sacar dinero. Las buenas noticias parecen no recaudar fondos. Muchas veces las ONG más que informar solo buscan fondos con los que continuar su labor. Pocas veces se recauda para incidir en las políticas que pueden cambiar la situación. Se opta por poner parches y eso requiere mucho dinero. En cuanto a lo de la prensa no estoy tan de acuerdo. Es posible que haya ONG que utilicen a la prensa para hacerse publicidad. Pero yo creo que gracias a muchos periodistas (todos conocemos a los españoles) se da a conocer la realidad y se sensibiliza a la población sobre los verdaderos problemas del Sur.

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