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Conclusión del 'Climagate': "No hubo mala práctica"

La comisión científica niega la exageración del calentamiento

El Climagate, el escándalo en el que supuestamente un grupo de científicos de élite alteraban datos para exagerar el calentamiento global, se desinfla. Primero fue una comisión parlamentaria británica la que negó que hubiera tal manipulación. Ayer, un grupo científico internacional creado por la universidad y la Royal Society, la academia de ciencias británica, concluyó: no hay "evidencia de mala práctica científica deliberada" en la universidad de investigación del clima (CRU, en sus siglas en inglés) de East Anglia.

El informe, dirigido por Lord John Oxburgh, un antiguo asesor del Gobierno británico, y con seis científicos de tres países, analizó los dos aspectos en los que está centrada la CRU: la interpretación de la evolución de los anillos de los árboles y su evolución con el clima y los estudios de temperatura a nivel mundial y la reconstrucción de siglos.

El informe sí ve sorprendente que pocos estadísticos trataran los datos

Tras analizar estudios científicos publicados por la CRU durante más de 20 años, concluye que en relación con la interpretación de los anillos de los árboles los científicos no han incurrido en usos "inapropiados aunque los métodos utilizados puede que no fueran los más adecuados".

El informe considera "muy sorprendente" que hubiera muy pocos estadísticos involucrados en la unidad, que define como "muy pequeña" al contar con sólo 16 investigadores más doctorandos y estudiantes.

"El trabajo se ha llevado con integridad y las acusaciones de distorsión deliberada no son válidas. Los científicos de la CRU fueron capaces de dar respuestas convincentes a nuestras preguntas detalladas sobre la elección de datos, su manejo y la metodología estadística", señala el informe de la comisión, que termina: "Los pecados de la CRU son más por omisión que por comisión".

Lo que sí admite es un punto de subjetividad sobre la metodología de los científicos para reconstruir la temperatura mundial; no existen registros de muchas partes del mundo. Aun así, el informe considera que los métodos usados para calcular la evolución de la temperatura mundial son "justos y satisfactorios" y añade que los investigadores miraban sus datos de forma "objetiva y desapasionada" aunque tuvieran procedimientos internos "informales".

El documento afirma que las publicaciones de la CRU "repetidamente enfatizaban la discrepancia" entre la temperatura medida en el siglo XX y lo que indicaban los árboles -lo que ha derivado en la gran controversia, ya que uno de los correos pirateados hablaba de "ocultar el declive" que se desprendía de los anillos de los árboles-. Sin embargo, da una colleja al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) por no resaltar este dato. "No hemos visto ninguna evidencia de mala practica científica deliberada", concluye el informe, que zanja uno de los capítulos más polémicos sobre el cambio climático.

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