España opta a una fábrica de coches eléctricos de Tata

España podría tener una fábrica de coches eléctricos muy pronto. El grupo indio Tata Motors está estudiando en qué lugar de Europa construye una nueva planta para ensamblar en serie la versión eléctrica del modelo Indica Vista, que tiene previsto lanzar en Europa el año que viene. El conglomerado indio está pensando en Noruega, donde ya tiene una fábrica, Reino Unido y España. "Nos gustan Cataluña y Andalucía", explicó ayer un portavoz oficial de Tata España.

La dirección de Tata trasladó este mensaje ayer al ministro de Industria, Miguel Sebastián, durante la presentación del Plan Movele, de fomento del vehículo eléctrico. "Próximamente hablaremos con las administraciones territoriales. La ubicación final dependerá del apoyo y la ayuda que recibamos", añadió el grupo indio.

El coche eléctrico será uno de los referentes en la próxima Ley de economía sostenible, anunció Sebastián durante la firma de los acuerdos del plan con los alcaldes de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; Barcelona, Jordi Hereu; y Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. Este acuerdo, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, instalará una red piloto de 546 puntos de recarga en estas ciudades: 208 en Madrid, 191 en Barcelona y 75 en Sevilla. El plan prevé que en España haya 2.000 vehículos eléctricos antes de 2011.

El ministro quiere proponer al PP incluir las políticas de fomento del vehículo verde en el Pacto de la Energía que promueve Zapatero. "Son el exponente del nuevo modelo ecónomico", aseguró ayer Sebastián, por lo que la potenciación de estos coches debe ser "una cuestión de Estado, alejada de la confrontación política".

Según los cálculos del ministerio, si toda la flota automovilística española fuera eléctrica, el país ahorraría 11.000 millones de euros en petróleo, ya que las importaciones se reducirían a la mitad. La dependencia energética, aseguró Sebastián, se reduciría en 20 puntos. El Plan Modele tiene un presupuesto total de 8 millones de euros, incluidas subvenciones a la compra de coches eléctricos que oscilarán entre los 750 y los 20.000 euros.