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La Audiencia Nacional absuelve a Julio Balader del asesinato de un mafioso

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional ha absuelto a Julio Balader García del asesinato de uno de los responsables de un clan mafioso de Lyon, Georges Manoukian, perpetrado el 18 de septiembre de 1984 en la localidad francesa de Villeurbanne, en el distrito del Ródano. Balader está también acusado de haber participado en el asesinato de otro jefe de la mafia lionesa, Raymond Vacearizi, perpetrado el 14 de julio de 1984, cuando éste estaba asomado a la ventana de su celda de la cárcel Modelo. Al parecer, estos dos asesinatos están relacionados con la lucha que, desde 1973, mantienen entre sí diversos clanes mafiosos de Lyon.

La muerte de Manoukian se produjo, al parecer, por las rivalidades que surgieron entre dos clanes mafiosos de Lyon, que pretendían controlar el mercado de las drogas y el proxenetismo. Según esta hipótesis, Julio Balader García habría recibido de René Nivois, que capitanea la banda de los Chauffers de L' Isère, el encargo de eliminar a Manoukian y a Vaccarizzi.

El pasado 12 de febrero Julio Balader compareció ante la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, acusado del delito de homicidio de Manoukian. El ministerio fiscal solicitó para el procesado que se le impusiera una pena de 20 años de prisión. La sala, sin embargo, dictó la libre absolución del implicado, por considerar que a lo largo del juicio oral no se había aportado ninguna prueba inculpatoria.

Julio Balader, de 33 años, comerciante de profesión, nació en el pueblo de Azuaga (Badajoz), pero habitualmente reside en Lyon, donde, al parecer, ha venido desarrollado activídades delictivas relacionadas con el proxenetismo y las drogas. En 1978 fue detenido y juzgado por estos hechos y se le impuso una pena de 18 meses de prisión. A Balader se le suponía, en principio, vinculado al clan de Vaccarizi, pero, al parecer, posteriormente decidió pasarse a las filas de Nivois.

Balader fue detenido en el mes de enero de 1984, cuando la Guardia Civil, que buscaba a los asesinos de Maria Teresa Mestre, descubrió en su domícilio de Montroig (Tarragona) un arsenal de armas y de objetos destinados a realizar falsificaciones. Trece días después de su detención fue puesto en libertad, tras lo cual decidió instalarse en L'Escala (Gerona), donde regentaba el bar Cristal. Balader ha negado siempre su implicación en ambos asesinatos.

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