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Farmacias de Castilla-La Mancha amenazan con cerrar dos meses

Los boticarios presentan cientos de solicitudes ante los más de 125 millones que les adeuda la Junta - El Ejecutivo responde que con presión no habrá soluciones

El pulso entre las farmacias de Castilla-La Mancha y la Junta subió ayer de nivel tras conocerse que unos 500 de los 1.300 dueños de farmacias de Ciudad Real, Toledo y Guadalajara han solicitado al Gobierno que preside la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el cierre temporal durante dos meses a partir del 15 de septiembre. Es más una llamada de atención que otra cosa, porque los boticarios saben que el Ejecutivo difícilmente autorizará un cierre que puede poner en riesgo la salud de los ciudadanos. Pero evidencia la crítica situación en la que se encuentran por el impago de 125 millones de euros que la Junta les adeuda por los medicamentos despachados con receta. Y la cantidad aumentará a razón de 50 millones por mes.

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El 81% de las 311 farmacias de Ciudad Real cursaron la petición el 12 de agosto, con un mes de antelación a la fecha del cierre, como exige la ley, justo un día después del éxito del primer paro patronal de farmacias en España -el 90% de las convocadas a la huelga que no estaban obligadas a hacer guardia la secundaron-. Después, se han ido adhiriendo a la protesta boticas de otras provincias: el 37% de las 387 de Toledo y el 60% de las 148 de Guadalajara, aunque estas solo cerrarán una semana. Las de Cuenca todavía no han decidido si van a seguir esta iniciativa, y el Colegio de Albacete no ha confirmado si lo secundarán.

En otras comunidades (Baleares, La Rioja, Murcia) también hay impagos, pero la situación no se ha enconado tanto.

La Consejería de Sanidad de la Junta, que dará respuesta individualmente a cada una de las solicitudes, no quiso desvelar ayer cuál va a ser su decisión final. Sí advirtió que el consejero no está de acuerdo con la interpretación que los farmacéuticos han hecho del artículo 75 del decreto de Planificación Farmacéutica, que permite el cierre voluntario "excepcionalmente por motivos profesionales o personales". "La presión" no logrará desbloquear el conflicto, dijo el portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban. "Lo importante es mantener reuniones, buscar soluciones y avanzar en ellas".

La protesta se ampara en un artículo que está pensado "para un farmacéutico que pide cerrar para hacer un máster o algo así", explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real, Julián Creis. Pero los boticarios creen que es aplicable a su caso. "Ninguna ley nos puede obligar a arruinarnos", justifica la presidenta de la patronal de farmacéuticos de la región, Dolores Espinosa.

Los boticarios ven poco probable que la Junta acepte su solicitud de cierre y ya adelantan que, en el caso de que la denieguen, no cerrarán. "Antes que una medida de protesta, se trata más bien de dar a conocer la situación tan grave por la que estamos atravesando", confiesa Creis, quien insta al consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, a buscar una solución en común, más allá de reiterar que la Junta no tiene dinero. "No queremos cobrar a tiempo si no es posible, pero sí encontrar una salida que no sea gravosa únicamente para el farmacéutico". Creis denuncia que al no recibir propuestas alternativas por parte del Gobierno, se les está obligando a "buscarse la vida individualmente en el mercado financiero", negociando créditos de manera particular sin avales por parte de la Junta. Todos coinciden en que pierden más dinero abriendo sus negocios que cerrando.

El presidente de los farmacéuticos de Ciudad Real llama la atención sobre la particular situación del gremio en Castilla-La Mancha, que "quizás los políticos que no son de la región ignoran", dice en clara alusión a Echániz, que fue consejero de Sanidad de Madrid entre 1999 y 2003. En Castilla-La Mancha, un cuarto de las farmacias presta sus servicios en municipios de menos de 1.000 habitantes. "La mayoría de los usuarios son personas mayores cuyas recetas las asume el SESCAM (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha)", se queja y destaca que los farmacéuticos no pueden asumir el coste de los medicamentos hasta final de año. Solo a las farmacias de Ciudad Real la Junta les debe unos 37 millones.

Hasta ahora, la Junta no ha hecho ninguna oferta a los boticarios. "Echániz se limita a decir que no tiene dinero. Para eso no hay que ser consejero, basta con ser notario", critica Creis. "No nos han presentado ni un papel. Solo nos han dicho que, aunque no quieren hacer publicidad, hay una caja que tiene un producto muy ventajoso. Pero lo tenemos que avalar con nuestros bienes. Y eso el que los tiene. Porque ni siquiera hay un compromiso de avalar conjuntamente por parte de la Junta ni plan de pago que nos diga cuándo vamos a cobrar para saber cuánto tenemos que pedir", lamenta.

Farmacéuticos de Ciudad Real con las solicitudes de cierre.
Farmacéuticos de Ciudad Real con las solicitudes de cierre.

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