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Lanzado al espacio un satélite para medir la salinidad del mar

El sensor Aquarius, a bordo del equipo argentino 'SAC-D', permitirá conocer mejor la circulación oceánica y el ciclo global del agua.

La concentración de sal en el agua del mar está directamente relacionada con la circulación oceánica profunda, con el ciclo del agua en el planeta y con el clima. Dentro de poco empezará a conocerse con gran precisión la salinidad del agua de mar en todo el globo gracias a un satélite que ha sido lanzado al espacio y que, tras un par de meses de calibración de los instrumentos, sobrevolará la Tierra entera cada semana tomando datos para conocer los cambios mensuales, estaciones y anuales de concentración de sal en la superficie oceánica. Es el satélite científico SAC-D, de Argentina, cuyo instrumento principal es el Aquarius de la NASA, el sensor dedicado a la salinidad.

Un cohete Delta II ha puesto en órbita hoy el Aquarius/SAC-D tras el lanzamiento desde la base aérea de Vandenberg (California) y los primeros datos indican que todos los sistemas funcionan correctamente. El SAC-C (Satélite de Aplicaciones Científicas) es una misión de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales argentina en colaboración con EE UU, Brasil, Canadá Francia e Italia. Está previsto que funcione en órbita, al menos tres años, dando vueltas a la Tierra a 657 kilómetros de altura y casi sobrevolando los polos. El coste de la misión asciende a 225 millones de euros, de los que la NASA aporta 162 millones.

"La salinidad es el pegamento que une dos componentes fundamentales del complejo sistema climático terrestre: la circulación oceánica y el ciclo global del agua, y el Aquarius realizará el mapa global de las variaciones de salinidad con detalle sin precedentes, lo que debe conducirnos a descubrimientos que mejorarán nuestra capacidad de predecir el clima futuro", ha declarado Gary Lagerloef (Instituto de Investigación de la Tierra y el Espacio, Seattle), investigador principal de Aquarius.

El Aquarius, mediante tres sensores (tadiométros) que captan las emisiones térmicas en microondas de la superficie del agua, permitirá medir la salinidad del agua con gran precisión: la concentración de sal en el océano abierto varía en torno a unas cinco partes por mil y el Aquarius, con su tecnología avanzada, permitirá detectar cambios de salinidad de hasta dos partes por 10.000, lo que equivale a un pellizco de sal en cuatro litros de agua. La resolución del instrumento es de 150 kilómetros. Un sistema de radar medirá las olas para poder restar su efecto sobre los datos de concentración salina.

La superficie oceánica es una interfase de intercambio constante agua y calor con la atmósfera terrestre hasta el punto de que el 80% del ciclo del agua global (agua dulce evaporada del océano al aire, precipitación al suelo y de vuelta al mar) se produce sobre el océano. Además, la sal hace que el agua del mar sea más densa y se hunda, incorporándose a las corrientes profundas; hay que recordar que la llamada cinta transportadora desplaza masas de agua del océano mundial desde los hasta las regiones polares, ayudando a regular el clima del planeta. Los datos de esta misión permitirán mejorar los modelos de proyección del cambio climático, indican los especialistas.

Además del Aquarius, el SAC-C lleva otros siete instrumentos que tomarán diferentes datos para diferentes áreas de observación, desde desastres naturales y volcanes hasta calidad del agua, hielos y diferentes procesos terrestres, explica la NASA en un comunicado.

Un cohete Delta II ha lanzado al espacio el satélite <i>Aquarius/SAC-D</i> desde la base de Vandenberg, en California
Un cohete Delta II ha lanzado al espacio el satélite Aquarius/SAC-D desde la base de Vandenberg, en CaliforniaNASA/BILL INGALLS
El satélite <i>Aquarius/SAC-D</i> durante las pruebas finales previas al lanzamiento en la base de Vandenberg (California).
El satélite Aquarius/SAC-D durante las pruebas finales previas al lanzamiento en la base de Vandenberg (California).NASA
La misión de observación de la Tierra Aquarius/SAC-D lleva un instrumento especial para medir la salinidad de las agua superficiales oceánicas.
La misión de observación de la Tierra Aquarius/SAC-D lleva un instrumento especial para medir la salinidad de las agua superficiales oceánicas.NASA/CONAE

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