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Un ex espía ruso se hace con un símbolo de la prensa británica

Lebedev paga un euro por el 75% de las acciones del 'Evening Standard'

El desembarco del oligarca Alexander Lebedev en la propiedad del vespertino londinense Evening Standard, confirmado ayer tras varios días de especulaciones, ha convertido a este antiguo espía del KGB en el primer ciudadano ruso que toma el control de un diario británico. La compañía Evening Press, creada por Lebedev y su hijo Evgeni el pasado diciembre, ha adquirido por una "cantidad simbólica" (se sospecha que una libra, unos céntimos más de un euro) el 75,1% de las acciones del rotativo, cuya circulación media de 287.000 ejemplares se ha visto seriamente resentida por la agresiva competencia de los gratuitos.

La operación confirma la salida del Evening Standard de la familia Rothermere, propietaria mayoritaria de la cabecera durante dos décadas, mientras la compañía Daily Mail & General Trust retendrá un bloque del 24,9% de las acciones.

El oligarca es amigo de Gorbachov y poco grato para Putin

El multimillonario Lebedev, a sus 49 años uno de los pocos magnates rusos abiertamente críticos con el Kremlin, ha garantizado que no modificará la línea editorial ni la independencia del vespertino, que solía leer en sus tiempos de espía destacado en la Embajada soviética en Londres.

Su proyecto para reflotar los números rojos de un "buen periódico, con excelentes periodistas" pasa por una inversión de más de 25 millones de euros en los próximos años para contrarrestar la merma de lectores que ha supuesto la difusión gratuita en la capital de periódicos como el London Paper (propiedad de Rupert Murdoch), Metro o London Lite, auspiciado por el grupo Daily Mail.

El traspaso de propiedad del Evening Standard se produce después de dos años de tensas relaciones entre Londres y Moscú, a raíz del asesinato del ex espía y disidente Alexander Litvinenko en noviembre de 2006, y la consiguiente negativa del Gobierno ruso de extraditar al presunto autor, Andrei Lugovoi, hoy miembro de la Duma.

Lebedev, a quien le une una estrecha amistad con el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov, es accionista mayoritario de uno de los últimos medios críticos con el Kremlin, Novaya Gazeta, y un personaje poco grato para el actual primer ministro ruso, Vladímir Putin. Miembro del Parlamento, fue el único diputado que denunció la intervención rusa en Georgia, así como la "estúpida retórica de guerra fría" que caracteriza a la actual Administración rusa. Aspirante a la alcaldía de Moscú en 2003, sus ambiciones políticas se estrellaron contra el protegido de Putin, Yuri Luzhkov.

Asiduo de los cenáculos de Londres -aunque ahí le bate su hijo Evgeni, de 28 años- cuenta entre sus amistades al dramaturgo Tom Stoppard y al actor Kevin Spacey. La revista Fortune le posicionaba el pasado mayo en el número 39 de la lista de los hombres más ricos de Rusia, aunque Lebedev ha sido el único de los oligarcas en admitir los estragos de la crisis: recientemente declaraba a la prensa británica que ha perdido dos tercios de su fortuna, que se estimaba antes de la recesión en más de dos millardos de euros.

Un anuncio del <i>Evening Standard</i> en el centro de Londres.
Un anuncio del Evening Standard en el centro de Londres.AFP

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