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Un inventor español consigue, por segunda vez consecutiva, una medalla de oro en Ginebra

Un inventor español, Ramón Galindo, acaba de conseguir en el Noveno Salón Internacional de Inventos y Nuevas Técnicas, de Ginebra, la medalla de oro, por su invención de una máquina para colocar pernios, bisagras y similares. Esta es la segunda vez consecutiva que Ramón Galindo obtiene la Medalla de Oro de Ginebra. En 1979, su hipno-informador (máquina hipnopédica para aprender durmiendo) recibió igualmente dicho galardón, ante un jurado de la Organización Mundial de la Salud.

La nueva máquina es sumamente manejable y efectúa el rebaje para colocar en puertas, marcos y ventanas los pernios, bisagras y demás piezas de articulación en sólo diez segundos, tiempo que puede verse reducido a sólo ocho segundos, si la persona que la utiliza adquiere soltura. Hasta la invención de esta herramienta portátil, el trabajo se ha venido realizando con formón, escoplo y martillo en un tiempo considerablemente superior. Como ejemplo de la rentabilidad de esta máquina, Ramón Galindo señaló que en un edificio de quince plantas, con cuatro pisos por planta, existen en total unas 1.200 puertas, lo que supone efectuar seis encajes en cada puerta, con un total de 7.200 encajes. Realizando esta labor manualmente no se necesitan menos de 260 horas de trabajo. En cambio, utilizando la máquina premiada en Ginebra, el mismo trabajo se realiza en sólo veinte horas, con la consiguiente economía de tiempo y dinero.El invento tiene escaso peso, 1.350 gramos, y un tamaño muy reducido, unos quince centímetros, lo que le hace muy manejable, incluso para personas no especializadas. Otra cualidad que seguramente ha sido valorada por el Jurado Internacional de Ginebra es la de poder trabajar como minitupi para hacer molduras, rebajar maderas y otras labores similares, lo que permite al carpintero efectuar muchos trabajos en sus desplazamientos a domicilio sin necesidad de trasladar al taller las puertas, ventanas, marcos, muebles, etcétera, que necesitan ser trabajados. Esta cualidad permite igualmente toda clases de trabajos de bricolage, desde un sencillo marco de madera hasta la talla, la realización de grabados e incrustados y otras labores artesanales en madera.

Numerosos premios

Ramón Galindo es probablemente el inventor español más premiado, lo mismo en nuestro país que en el extranjero. Ya en 1970 consiguió una medalla de oro en el Primer Congreso Mundial de Sofrología de Barcelona. Posteriormente, en 1976 consiguió un premio en el Congreso Internacional de Aplicaciones Hipnopédicas, en París. En el año 1978 fue premiada su participación en el Primer Simposium Internacional de Niños Autistas de Madrid, y consiguió sendas menciones especiales en el Sonimag, de Barcelona, y en el Simo, de Madrid. También en 1978 obtuvo una mención especial en Dipa, de Valencia, y un premio a la mejor idea española otorgado por la revista La Actualidad Económica. En 1979 obtuvo una mención especial en la Expoconsumo celebrada en Bilbao, y el Premio Especial de la Cámara Hispano-Suiza al mejor invento español en Ginebra, consecuencia de la medalla de oro en el Octavo Salón Internacional de Inventos y Nuevas Técnicas. Finalmente, el Noveno Salón Internacional de Ginebra le ha vuelto a conceder la medalla de oro, esta vez por la máquina portátil para colocar pernios y bisagras.En declaraciones a EL PAIS, Ramón Galindo afirmó que, después de un largo camino, él podía afirmar que por fin sus inventos habían sido bien recibidos por la Administración, que le apoya financieramente mediante el Ministerio de Industria y Energía, a través del Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (Cedeti), y también mediante el correspondiente departamento de la Generalidad de Cataluña. Al parecer, el apoyo oficial no sólo se limita a la ayuda económica para el desarrollo de estos inventos y de nuevas creaciones, sino que, sobre todo, tiende a localizar industrias nacionales que puedan fabricar los productos, con el fin de exportarlos. Ramón Galindo informó que de su último invento se habían recibido solicitudes de prácticamente todo el mundo y que, por su parte, la máquina hipnopédica, Medalla de Oro de Ginebra en 1979, era utilizada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud en la rehabilitación y recuperación de drogadictos.

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