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La menor que mató a Cristina en Seseña será recluida cinco años

La asesina y la amiga que le encubrió cumplirán la pena máxima a su edad

Juan Diego Quesada

El crimen de Seseña, el que provocó un terremoto social a principios de año en este pueblo de Toledo, ha quedado zanjado para siempre. Las dos menores acusadas de asesinar y esconder el cadáver de su compañera de instituto Cristina Martín, una chica de 13 años, han reconocido su culpabilidad y cumplirán la pena máxima que contempla la Ley del Menor, cinco y dos años respectivamente. La agonía de unos padres que comenzaron a buscar a su hija un martes de Semana Santa y la encontraron días después muerta a golpes acabó ayer tras dos horas de juicio.

Durante la vista, que se celebró a puerta cerrada en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la principal acusada, de 14 años, reconoció haber perpetrado el crimen y aceptó una pena de cinco años de internamiento y tres más de libertad vigilada por un delito de asesinato con alevosía. Su mejor amiga y a la que confesó haber matado a Cristina, también una adolescente de la misma edad, fue acusada de encubrimiento y cumplirá dos años de internamiento en régimen semiabierto. Las menores entraron a primera hora de la mañana en el juzgado, ocultas en un coche de la policía con los cristales tintados, procedentes del centro de menores donde están internas.

Solo queda fijar la indemnización. La familia pide el doble que la fiscalía
La asesina golpeó a Cristina con una piedra y después le rajó las muñecas

Solo queda por fijar la indemnización que la asesina deberá pagar a la familia de la fallecida. La Fiscalía pide 150.000 euros pero Francisco y Pilar, los padres, han solicitado una cuantía que se eleva a 300.000.

El crimen se fraguó en plena Semana Santa. La asesina llamó al móvil por la mañana a su compañera de instituto, Cristina, y se citó con ella en una antigua fábrica de yesos, derruida y abandonada, junto a un paraje conocido como La Veguilla. Es un lugar habitual de reunión para los jóvenes del pueblo, donde fuman o beben a escondidas de sus padres. Las dos menores discutieron y aunque se ha especulado mucho sobre el motivo la realidad es que es un misterio. El caso es que con la intención de matar, según el escrito de la Fiscalía al que ha tenido acceso este periódico, la condenada agarró por el cuello a Cristina haciéndole caer y le propinó varios golpes en la cabeza con una piedra. La asesina es mucho más corpulenta que Cristina, una chiquilla que era más bien menuda, y tras los golpes la dejó inerte en el suelo de la antigua yesería. Con una navaja le pegó después un tajo en las muñecas para que se desangrara más rápido. La autora del asesinato intentó ocultar a una Cristina que aún agonizaba con ladrillos y tierra que iba encontrando por el paraje. Abandonó el lugar al acabar como si nada.

El mismo día, la menor se reunió con su mejor amiga y le contó con todo lujo de detalles cómo había acabado con la vida de Cristina. Las dos se desplazaron hasta la antigua yesería donde posiblemente aún permanecía con vida Cristina, que tardó varias horas en morir después de la brutal agresión que sufrió. Las amigas contemplaron juntas el lugar donde se había producido el crimen y se marcharon sin prestarle ayuda. La amiga de la asesina nunca dijo nada a nadie y, según la Fiscalía, no reveló una información que favorecía "la impunidad de la conducta criminal".

Ese día era martes. Al día siguiente los padres de Cristina denunciaron su desaparición y comenzó una búsqueda por el pueblo y sus alrededores. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil no la encontraron hasta cuatro días después, el sábado, en la vieja fábrica de yesería. Las llamadas que recibió Cristina en su móvil fueron vitales para encontrar a la asesina y a su cómplice.

María Ponte, la abogada de la familia de Cristina, estaba contenta por haber conseguido la pena máxima para las acusadas y despachar en un par de horas un juicio que estaba previsto que durase tres días. Los padres de la menor, sin embargo, estaban contrariados. Francisco Martín dijo en la puerta de los juzgados que les alegraba el juicio de conformidad pero a su entender la autora del crimen debería cumplir "cadena perpetua". "Lo aceptamos "porque no nos queda otra pero dentro de un par de años las dos estarán en la calle tranquilamente y mi hija muerta. ¿Hay derecho a eso?", terció horas después su mujer en su domicilio.

A la salida del pueblo aún permanece derruida la antigua yesería. Se ha convertido en lugar de peregrinaje macabro de curiosos y de hecho de tanta frecuencia de paso se ha abierto una especie de caminito hasta donde fue hallado el cadáver de Cristina. Algunos vecinos han pedido que retiren los escombros y se limpie el paraje. Seseña intenta olvidar lo que empezó como una discusión de instituto y acabó en un macabro crimen.

El asesinato de Seseña ha tenido una gran repercusión en las redes sociales, sobre todo en Facebook y Tuenti. El perfil de la asesina fue difundido por toda la Red. El pueblo vivió momentos de mucha tensión tras el asesinato de la menor de una familia muy conocida en el pueblo. El alcalde, Manuel Fuentes, tuvo que pedir calma esos días porque temía que se desatase "una caza de brujas" contra la familia de la responsable de la muerte, que no llevaba mucho tiempo viviendo en el lugar.

La madre de Sandra Palo abraza al padre de Cristina Martín de la Sierra, ayer en el juzgado de Seseña.
La madre de Sandra Palo abraza al padre de Cristina Martín de la Sierra, ayer en el juzgado de Seseña.EFE

Padres por la cadena perpetua

- La asesina de Cristina Martín de la Sierra, de 14 años, aceptó ayer cumplir la pena máxima que contempla la Ley del Menor por un asesinato, pero el padre de la víctima dijo que no le parecía suficiente condena. "Merece cadena perpetua"

- Sandra Palo. La joven de 22 años esperaba el autobús cuando un grupo de chicos de entre 14 y 19 años le obliga a subir a un coche. Más tarde la atropellarán y quemarán con gasolina en una explanada. María del Mar, la madre de la víctima, preside una asociación que lucha por el endurecimiento de la Ley del Menor.

- Marta del Castillo. La joven de 17 años desapareció y fue supuestamente asesinada por Miguel Carcaño. Los padres de Marta han recogido firmas y organizado manifestaciones que han contado con miles de participantes que clamaban por la reforma del Código Penal.

- Mari Luz Cortés. La niña onubense de 5 años fue asesinada presuntamente por Santiago del Valle, sobre el que pesaba una orden de detención por un delito de pederastia. El padre de Mari Luz se incorporó como asesor del PP en temas de justicia.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.
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