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60 menus para adelgazar por carta

Miles de personas con sobrepeso recurren por correo a la 'fórmula mágica' del doctor Bogas

Pilotos y azafatas de Iberia, periodistas y diputados, magistrados, amas de casa e inspectores de Hacienda forman parte de la legión de personas que han recurrido en los últimos tres años al método de adelgazamiento suministrado por un médico de Córdoba, Antonio Bogas, que permite a quienes lo siguen mantener un régimen casi normal de comidas, con la sola obligación de consumir seis pastillas al día de un preparado especial. El método posee además otra característica peculiar: el contacto con el paciente se mantiene a menudo por carta.

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Una discutida inocuidad

Sentado ante la mesa de un despacho modesto, Antonio Bogas, médico radiólogo, nacido hace 35 años en Moriles (Córdoba), casado dos veces y padre de tres niños, ofrece una imagen de persona común bastante alejada de la aureola misteriosa que le atribuyen algunos de sus pacientes, acostumbrados al exclusivo contacto epistolar con él. Su método, basado, según confesión propia, en el del francés Pierre Dukan, ha hecho furor, con algunas pequeñas variantes, en numerosos países europeos, donde la obesidad amenaza con convertirse en una verdadera plaga del futuro.La fórmula consiste en combinar un poco de todo, elementos químicos, animales y vegetales en proporciones diversas que le permiten elaborar más de 60 combinaciones adelgazantes, según lo requiera cada paciente. En lo esencial se trata de mezclar los efectos de un reductor del apetito, como el Delgamer (producto estimulante), con un preparado que incluye plantas laxantes, diuréticos, un macerado de glándulas animales (hipófisis, hipotálamo y corteza suprarrenal de ternera o de cerdo), junto con un protector hepático y un ansiolítico, del tipo Benzodiazepina.

Bogas, que se resiste a dar un solo dato que pueda ser revelador del éxito económico de su medicina -"creo que ya pago suficiente dinero a Hacienda", puntualiza-, reconoce no sin cierta modestia que "el sistema que aplico es tan bueno como cualquier otro, acupuntura, medicinas especiales, gimnasia o dietas. Pero tiene una cosa a su favor, requieré muy poca fuerza de voluntad para ponerlo en práctica". El que escribe o se presenta -tras meses de esperaen su consulta no tiene que atenerse a otra disciplina que la de engullir seis píldoras diarias, evitar tomar pan, dulces y frutos secos, y, por supuesto, alcohol. "Esto es normal", añade Bogas, mientras posa para el fotógrafo, algo incómodo, en la antesala de la consulta tapizada de diplomas y títulos, incluido el de Medicina, "porque el compuesto lleva un ansiolítico, está claro que el alcohol está contraindicado".

Respecto a los posibles riesgos de esta medicación, Bogas afirma rotundamente: 'La gente que viene a perder peso no está enferma. Los obesos no son enfermos, y la medicación que receto es inocua en personas sanas, siempre que se administre con un tope máximo de un año. Aquí les abrimos una historia clínica completa y por supuesto hacemos una selección. Nada de cardiópatas". En todo caso, y por si alguien miente a la hora de declarar sus enfermedades, el impreso que se remite por correo a los hipotéticos clientes les exige una firma con la que asumen la responsabilidad de lo declarado.

Estética y salud

Haciéndose eco de la opinión generalizada que circula sobre la abrumadora mayoría. femenina que nutre su consulta, Bogas confirma que un 65%. de sus clientes son mujeres y se vanagloria de haber alcanzado un éxito considerable en su profesión "sin anunciarme en ningún medio". "De todas formas, yo intento convencer también a la gente que viene aquí de que una cosa es la estética y otra la salud. Porque las mujeres están obsesionadas con la estética. Hay veces que viene una señora y te dice, mire, es que yo querría perder 15 kilos para la boda de una cuñada que se casa en octubre. En esos casos le digo, señora, haga usted gimnasia; verá qué bien se queda". Pese a todo, la discreción y comodidad que permiten una consulta por correo y la rapidez de resultados constituyen el factor clave en el éxito de este método."Para mí fue como volver a vivir. Porque no podía subir escaleras, me ahogaba, no podía ni cortarme las uñas de los pies. Llevaba muchos médicos vistos y todos me decían lo mismo: hay que adelgazar. Un día me decidí a llamar a la consulta del doctor Bogas, después de ver lo bien que le había ido a una amiga. Creo que en unos ocho meses perdí 53 kilos, bajé de los 118 que pesaba a 65 kilos". Así resume Carmen Pavón Cano, un ama de casa cordobesa de 50 años, el milagro de su adelgazamiento. "Lo único que, claro", añade, "han pasado ya dos años desde que hice ese régimen y he cogido algo de peso. He recuperado ya 10 kilos y he tenido que empezar otra vez con una dieta de fruta y leche".

Algo parecido le ocurrió a Francisco García Garrido, magistrado de Trabajo en Córdoba. "Adelgazó 12 kilos en poquísimo tiempo, de eso hace ya tres años", recuerda su esposa, "pero ha vuelto a coger peso porque le gusta mucho el dulce y eso es fatal. De todos modos, el método es muy bueno; yo se lo recomiendo a todo el mundo", añad6 la esposa de García Garrido. El propio Bogas reconoce que d,.- un 90% de éxitos -la gente que no consigue adelgazar con mi método es muy poca- el 30% de los pacientes no vuelve a engordar, otro 30% necesita de una dieta de apoyo y control para mantenerse, mientras el 30% restante engorda sin paliativos.

Entre los que nutren el segundo grupo, P. H., una joven madrileña de 22 años de edad, define el método como 'Fantásticamente cómodo. Yo he perdido 15 kilos en menos de cuatro meses. Ahora estoy muy bien, no sé., me gusta. más mi cuerpo. Ni siquiera sé si el doctor Bogas es médico o no, la dirección me la dio una amiga de mi madre. Rellené una hoja para el historial clínico donde pedían también análisis de sangre y orina. Después envié los análisis con un cheque de 1.5.000 pesetas. Las píldoras son aparte, cuestan entre 8.000 y 11.000. Yo, la verdad, no lo considero caro. Habría dado cualquier cosa por evitar esa frase de las dependientas cuando entraba en una tienda de ropa para comprarme un traje de moda: '¡Uy, para su talla. va a ser muy difícil!".

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