_
_
_
_
_

El 'niño burbuja' de Bilbao falleció ayer

Rubén Iván Alonso, de tres años, más conocido como el niño burbuja, falleció durante la mañana de ayer en el hospital Civil de Basurto (Bilbao). Padecía una insuficiencia inmunológica desde su nacimiento y fue necesario someterle a una operación de trasplante de médula ósea en un hospital de Ulm (República Federal de Alemania) en junio de 1984.

El niño fue trasladado a las nueve y media de la mañana de ayer al hospital de Basurto, poco después de que sus padres descubrieran que estaba padeciendo una serie de convulsiones.En el centro sanitario los médicos trataron de reanimarle, aunque no lo consiguieron, y el niño murió poco después.

El parte médico emitido por la dirección del hospital anunciaba que a las 9.30 de ayer ingresó en el área de urgencias del servicio de pediatría del hospital Civil de Basurto Rubén Iván Alonso Hurtado, de tres años y medio de edad.

Autopsia

A su ingreso presentaba una situación preagónica. "Se practicó intubación endotraqueal, masaje cardiaco externo e inyección de adrenalina intracardiaca, resultando infructuosas todas las medidas de reanimación realizadas".Los médicos anunciaron también que se practicaría la autopsia, a la que no se opusieron los padres del niño. Tras los oportunos análisis se conocerán las causas exactas del fallecimiento del niño.

Éxito

Rubén Iván Alonso, ante la imposibilidad de recibir un tratamiento adecuado en España, fue trasladado desde Bilbao a una clínica en Ulm el día 9 de mayo de 1984, y regresó a Bilbao, después del tratamiento, el 3 de mayo de 1985. El Insalud decidió financiar la operación del niño y la estancia de sus padres.La operación de trasplante de médula ósea fue considerada como un éxito por los médicos. Le fue trasplantada sustancia de la médula ósea de su padre, Benito Alonso. La madre del pequeño, Lis Hurtado, permaneció siempre al lado de Rubén Iván.

El pequeño tuvo una recaída dos meses después de ser sometido al trasplante, pero consiguió superarla, aunque tuvo que permanecer encerrado otros nueve meses en la burbuja protectora.

A partir de junio de 1985, Rubén Iván Alonso comenzó una nueva vida, fuera de la burbuja, completamente curado y con varios kilos de más. Tenía que someterse, no obstante, a una serie de controles periódicos.

El pasado 20 de octubre, el niño volvió a la ciudad de Ulm, donde fue sometido a un nuevo control que ha resultado ser el último. El estado del niño fue considerado por los médicos como positivo.

El caso de Rubén despertó un gran interés entre la población de Bilbao, donde se llegó a recaudar un millón de pesetas, que se destinó a pagar los gastos de desplazamiento de la familia. La Seguridad Social pagó casi cien millones de pesetas para la operación y estancia del niño en la clínica alemana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_